La visita de dos padres y su pequeño hijo de dos meses a la isla de Creta, en Grecia, para asistir a una boda terminó de la peor manera: la pareja se fue a dormir y cuando despertó su bebé estaba muerto.
Sucedió en un hotel de la isla el domingo pasado. Los padres, de 26 y 28 años, son finlandeses y habían participado de la fiesta de casamiento la noche anterior, confirmaron los medios del país nórdico. Se acostaron en la cama junto a su bebé y por la mañana el niño no respiraba.
A eso de las 11 de la mañana llamaron a emergencias. Los paramédicos hicieron lo posible para reanimar al bebé llevándolo a un centro de salud cercano y luego al Hospital General de Chania, pero no pudieron hacer nada.
Los padres, procesados por homicidio culposo, fueron sometidos a una prueba toxicológica de la cual todavía se desconocen los resultados.
Si bien la causa de muerte es desconocida, CNN Grecia citó a un patólogo forense que sugirió que el bebé podría haberse asfixiado por la falta de espacio para respirar entre sus padres.

La noticia fue confirmada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Finlandia el martes. El caso está siendo seguido de cerca por las autoridades de ese país.
Asfixia accidental, una importante causa de muerte en Estados Unidos
La asfixia accidental es una de las principales causas de muerte accidentales de bebés en los Estados Unidos.
En este tipo de casos, los factores habituales están en la presencia de mantas y compartir la cama de los padres, entre otras prácticas, señaló un informe de 2019 sobre el tema.
La doctora Fern Hauck, coautora del estudio y experta en muerte de lactantes, dijo que esos fallecimientos son “completamente evitables”.
De 250 muertes por asfixia, cerca del 70% implicaba mantas, almohadas y otras piezas blandas de ropa de cama que bloquearon las vías aéreas de los bebés. La mitad ocurrieron en la cama de un adulto, donde la mayoría de los bebés dormía boca abajo.

El 20% de los niños se asfixió cuando alguien con quien compartía la cama se puso de forma accidental pegado a ellos o sobre ellos, y en torno al 12% murió cuando su cara quedó pegada a una pared o un colchón.