Para una pareja, la celebración de su unión marital empezó de la peor manera. Cuando los dos llegaron temprano al lugar donde iba a llevarse a cabo el festejo, hallaron una escena desoladora: todo estaba destruido. «Alguien se empecinó en arruinar esto«, dijeron al respecto. A pesar del caos, los recién casados recibieron una grata sorpresa.
Una mujer y su esposo, oriundos de Estados Unidos, sufrieron una pesadilla antes de que comenzara su casamiento. Ellos descubrieron, según su relato, que el recinto de su fiesta había sido vandalizado por completo. Afortunadamente, surgió una idea a última hora que logró devolverles la alegría a ambos y recomponer su día.
Los protagonistas de esta historia se llaman Carsen y Travis Snider y son un matrimonio del estado de Montana, de acuerdo con información de la emisora de televisión local KTVG. A mediados de este año, los estadounidenses vivieron un mal momento.
Qué pasó ese día
El hecho en cuestión ocurrió el 28 de junio en White Sulphur Springs, una pequeña ciudad de Montana.
Aquel día, durante la mañana, Carsen y Travis arribaron al salón en donde, horas más tarde, festejarían su boda. Pronto, notaron que el lugar se encontraba devastado.

La situación resultaba crítica. Mesas volcadas, decoraciones arruinadas, botellas de vino y otras bebidas destruidas, tanques de gas vaciados, vasos rotos, cables eléctricos cortados… La lista de daños era interminable.
«Había botellas recién abiertas y tiradas en el piso. Incluso los letreros decorativos estaban cortados por la mitad», declaró Carsen a KTVG. Y Travis acotó: «En el patio del salón había dos contenedores: uno tenía latas de gaseosas y el otro, cervezas. Reventaron todos esos envases. Alguien se empecinó en arruinar esto».
Una campaña solidaria espontánea
Frente a este contexto, ellos creyeron que no iban a poder celebrar su casamiento. Sin embargo, se produjo un importante acto de solidaridad comunitaria que lo cambió todo.

Con el correr de los minutos, los habitantes de White Sulphur Springs se fueron enterando del problema que afrontaban Carsen y Travis a raíz del episodio de vandalismo.
Pronto, vecinos y comerciantes de la ciudad iniciaron una campaña para asistir al matrimonio: el objetivo era que la boda se hiciera ese día sí o sí.
Enseguida, Carsen y Travis recibieron asistencia de un hotel, un bar y un minimercado de la zona.
“Nos sentimos muy mal por ellos. Llamé a mi encargado y le pregunté: «¿Qué podemos hacer? ¿Qué podemos hacer por ellos?”, dijo a KTVG la trabajadora Mack Bilbrey, recepcionista del alojamiento turístico Edith Hotel.
Desde este hotel en cuestión lavaron los manteles de las mesas del salón y, además, reemplazaron las decoraciones rotas por otras nuevas.

Por su parte, un negocio llamado Bar 47 aportó vasos nuevos para la ocasión, entre otras ayudas. A su vez, una tienda de alimentos también aportó a la causa.
Por otro lado, ciudadanos de White Sulphur Springs donaron dinero a la pareja. «Hubo un par de personas que se enteraron de nuestra historia y efectuaron donaciones (…)», afirmó Carsen al mismo medio.
Cómo terminó la historia
Gracias a la solidaridad de la comunidad local, el matrimonio llegó a recomponer a tiempo el estado del salón de fiestas. Por lo tanto, ellos lograron celebrar el casamiento ese mismo día.
«La boda se llevó a cabo como si no hubiera pasado nada malo«, manifestó Travis, refiriéndose al asunto. «Lloramos de felicidad«, expresó su esposa.

Por otra parte, en relación con el acto de vandalismo, la Oficina del Sheriff del Condado de Meagher informó a KTVG que en la actualidad se encuentra investigando el caso, pero aún no hay nadie arrestado. Por su parte, el matrimonio aseguró no tener idea sobre quién podría ser él o los autores de este delito.
«No dejes que las cosas te arruinen el día porque, al final, el amor siempre gana. En serio, el amor ganó ese día, y el amor es lo único que importa«, aclaró al mismo medio Carsen, quien, al igual que su marido, se mostró muy agradecida con los habitantes de la ciudad.