Desde fines de 2023, la industria panadera enfrenta una caída histórica del consumo. Aumentos en servicios, alquileres y materias primas agravan la situación.
La Cámara de Industriales Panaderos (CIPAN) confirmó que desde diciembre de 2023 cerraron unas 1.100 panaderías en todo el país. La combinación de suba de costos y un desplome en el consumo convirtió la situación en crítica: la venta de pan cayó un 50% y la de facturas y pastelería, un 78%.
“Fue un golpe muy duro. La gente hoy compra lo que puede, no lo que quiere”, explicó Martín Pinto, referente de CIPAN, en declaraciones a Radio Rivadavia. A esta situación se suman los aumentos en tarifas de servicios, combustibles, alquileres e insumos básicos como la harina y los huevos.
Pinto advirtió que muchas panaderías no logran sostenerse pese a haber evitado aumentar los precios durante casi un año. En abril, el pan subió entre un 6% y un 12%, según la región. Sin embargo, “los costos siguen subiendo día a día”, agregó.
Además del impacto económico, la crisis golpea al empleo: una panadería de barrio suele emplear al menos 4 o 5 personas, muchas veces integrantes de una misma familia.
Por su parte, Raúl Santoandre, presidente de la Federación Industrial Panaderil bonaerense, sostuvo que “el kilo de pan debería costar $4.000, pero hoy está muy por debajo”. También remarcó que muchos locales evitan vender productos como bombones o masas finas por el alto riesgo de pérdida si no se venden.
Según la consultora LCG, los panificados fueron el rubro de mayor aumento en la última semana de abril, con una suba del 3,2%. En las últimas cuatro semanas, los productos de panificación, cereales y pastas aumentaron 3,3% promedio, mientras que lácteos y huevos lo hicieron un 1%.