¿Puede el pasado dar explicaciones sobre lo que nos sucede en el presente? ¿De qué forma entender las vivencias de lo que le sucedieron a las generaciones anteriores brindan una herramienta para mejorar el futuro propio? Los interrogantes tienen respuesta… para quienes están dispuestos a abrir sus mentes. Esto fue lo que le pasó a Gabriela Arias Uriburu que, en el último tiempo se convirtió en una referente de las constelaciones familiares.
“Es algo que vengo trabajando desde hace años”, dice a Revista GENTE la escritora que recientemente lanzó el libro El poder de las nuevas constelaciones familiares. El trabajo fue largo y paulatino. La primera parte es entender que hay que poner el foco en trabajar sobre ciertos aspectos. La que sigue, transitar ese camino hasta lograr la transformación. Y hay que decir que, cada persona es un mundo y los tiempos en los que “avanzará” son relativos a cada caso.
«Las constelaciones familiares nos invitan a compartir desde la experiencia y la energía, generando un espacio de confluencia donde el cambio individual resuena en el otro. Cada persona aporta su historia, su aprendizaje, y en esa vibración conjunta, encontramos guía y claridad para transformar nuestra vida con coherencia y profundidad”, suma Uriburu quien el 9 de marzo formará parte de un taller en el que oficiará como guía sobre el niño interior y dinámicas sistemáticas.
En esta área, en donde es especialista, lo que se busca es conectar con emociones primarias con el objetivo de generar un proceso profundo de sanación que terminan ayudando a liberar los famosos bloqueos emocionales, promoviendo así un mayor bienestar y coherencia interior.
-¿Qué recuerdos tenés de la primera constelación que hiciste?
-Fue fuertísima porque fui guiada y fui llevada a constelar por mi hermana Marcela, que su hija estaba teniendo problemas en su divorcio. En nuestro sistema necesitamos, para poder llegar a una constelación, a la generación siguiente, que ya estaba empezando como a repetir el síntoma de divorcios o de separaciones muy complejas y los hijos en el medio. Entonces mi hermana me dijo de ir, siguiendo el esquema de los estilos antiguos de constelar. A mí personalmente se me abrió todo ahí, fue como un viaje de ida del cual no regresé más. Ahí fue cuando me di cuenta de que todo lo que vivíamos a nivel familiar y todo lo que vive cada persona a nivel familiar, su resolución, o el para qué, está en los ancestros. Entonces dije, esto es lo que tienen que hacer todos los padres y las madres que están enfrentados, o los adultos que están enfrentados a través de los hijos, en un divorcio conflictivo, y ahora se extiende para todo: enfermedades mentales, las adicciones, todo. También cuando yo fui a constelar, que fue en el 2006, el mundo era otro y las complejidades eran otras. Hoy yo siento que la sociedad está revelando o develando los traumas escondidos de millones y millones de años o de millones y millones de décadas o de épocas, no.
-¿Y cómo se adapta eso?
-Yo veo todo mucho más complejo, pero al mismo tiempo veo una posibilidad, a través de muchas herramientas holísticas que salieron hace muy poquito. El tratamiento del trauma a través de somática, las biodescodificaciones, las constelaciones, las nuevas constelaciones, bueno. Hoy hay muchas, muchas herramientas para poder abordar la complejidad que estaba tan escondida de nuestra humanidad.
-A quienes no se animan o tienen dudas, ¿por qué recomendas constelar?
-Como facilitadora y consteladora fui aprendiendo que todavía el sistema de esa familia no está preparado para una constelación. Entonces hay que esperar, como pasó en nuestro sistema, que recién a través de la otra línea generacional se abrió la posibilidad. Esto es muy difícil de comprender, pues no se comprende de la cabeza, sino que se comprende desde lo sistémico. Cuando uno va a constelar, es que también todo el sistema, los que vinieron antes de nosotros, están listos para la sanación, la reconciliación o la sanación.
-¿Cómo fue el proceso en el que pasaste de constelar a organizar estos talleres?
-Todo es en simultáneo. En el momento en que yo entré a constelar, se me abrió esto de que yo ya te venía trabajando con papás y mamás desde la fundación. Y después yo empecé con los talleres en el 2009. La gente venía a consultarme cómo hacía para revincularse con su hijo y ahí yo decía que lo que hay que hacer en primera instancia es volver a poner las piezas en orden a través de una constelación. Entonces ahí fue como inmediato que empecé a organizar con una consteladora los talleres. Y ahí es donde nace el libro Vínculos. Y a partir de eso, fue un viaje de ida.
-¿Y después?
-Me formé progresivamente. Hoy ya creo que mi lugar en la historia, lo que representa mi resiliencia y mi trascendencia en esa resiliencia, que es lo que siento ahora que estoy atravesando, es lo que me llevó como un lugar de liderazgo sin buscarlo, porque en realidad yo no lo busco, sino que la gente me mira y ve todos mis procesos de sanación, de reconversión, de procesos muy duros de vida, y que sigan. Y a través de las redes sociales esto se muestra más, porque uno está todo el tiempo mostrando, como digo yo, es una experiencia viva.
-Con el plus de tu experiencia.
-Mi vida es una experiencia viva que va cada día mutando y que la gente va viendo en mí mis mutaciones. Ahora estoy a punto de cumplir 60 años y estoy muy enfocada en mi sanación, después de dos enfermedades que tuve fuertes, porque estuve internada hace poco con una diverticulitis aguda que me llevó a entrar en una sanación mucho más profunda de mis traumas, de todo lo que he vivido, del trauma de la historia. Así que estoy en un trabajo mucho más profundo ahora conmigo misma. Y eso hizo que la gente me fuera buscando para poder empezar a resolver lo propio e ir ocupando este lugar de liderazgo por la seriedad. Porque claro, al trabajar vos con tu propia historia y estar mostrando este trabajo, yo lo hago con mucha seriedad y mucha responsabilidad porque estoy trabajando conmigo misma y eso es lo que se llama coherencia.
-Y ahora, en marzo, se viene uno de los primeros grandes encuentros del año.
-Somos personas que guían a que alguien se cure a sí mismo, que cada persona sea el protagonista de su reconciliación, de su sanación. Esto es lo que me parece vital en este año, principalmente es a donde estoy dirigiendo. En este evento del 9 de marzo, Juan Manuel Giordano, que hace unas sanaciones impresionantes, me pidió ser parte de este evento enorme que están organizando ellos y todo su grupo de Tamiana. Y ahí estaremos simplemente ofreciéndonos, siendo el canal para que la persona tome su valentía de sanar.
Cómo será el «Encuentro del ser»
Si bien el centro del hecho de constelar está en lo verbal, de la mano de las personas que se abren en las sesiones, todo esto viene acompañado de diferentes estímulos que ayudan a la experiencia. «Va a ser una experiencia plena», asegura.
En este contexto, Uriburu se prepara para encabezar el próximo 9 de marzo el Encuentro del ser, una experiencia multisensorial que reunirá a destacados referentes de la sanación vibracional y el desarrollo humano.
Al respecto, cuentan desde la organización que «un encuentro de este tipo es puerta que se abre y que, una vez abierta, ya no se cierra. Es una instancia nueva en la existencia, un punto de inflexión en el camino de cada persona”.
La música, es uno de los componentes clave: su principal característica es la capacidad de remover emociones e impactar en el cuerpo a nivel celular. A este recurso se lo potencia con otros elementos como la iluminación, aromas y la intervención de un guía con sus palabras para colaborar en transportar a cada integrante hacia otra dimensión.
Por su parte, hay otros facilitadores que trabajan con cuencos de cuarzo que son ideales para armonizar en todos los planos ya que las vibraciones que generan sirven para reducir el estrés y mejorar al bienestar general.
Gisela Martinez, terapeuta con más de 15 años de experiencia en terapias alternativas, comenta que «uno de los momentos más intensos es cuando las frecuencias de los cuencos se sincronizan y generan un sonido envolvente y elíptico, como si la vibración abrazara a cada persona presente».
«Es en ese instante cuando muchos logran soltar bloqueos, entrar en un estado meditativo profundo y recibir los beneficios del sonido y vibración”, completa.
“Creo que experiencias como estas nos llevan a conectar de otra manera, a llegar a otros desde un lugar más profundo. Siempre me resonó la idea del antiguo teatro griego, donde la búsqueda última era la sanación. Siento que estamos entrando en una etapa similar, donde los encuentros masivos no solo nos transforman individualmente, sino que también nos permiten sanar como sociedad y como humanidad», agregan desde la organización.
Además de estas propuestas, Lucas Cervetti ofrecerá una experiencia de Música para Soñar
en 432hz.
El “Encuentro del Ser” se realizará el domingo 9 de marzo en el Auditorio de Belgrano (Virrey Loreto 2348, CABA)