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viernes, mayo 16, 2025

General Pinto está latiendo diferente y, socialmente, es una olla a presión

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Luego del homicidio de Patricio Pacheco ocurrido el 8 de julio de 2023 a manos de Leonel Andrés Sancho, alias Lecherita, la sociedad de General Pinto no volvió a ser la misma.

Lo ocurrido esa madrugada en la Plaza Principal rompió el tejido social de una manera espontánea, con la misma fuerza que la gente se venía conteniendo.

El asesino, con múltiples causas era indicado por los vecinos como un peligro latente, incluso, seis días antes del crimen que cometió de una puñalada, había protagonizado un episodio violento frente al Parque de la Estación, uno de los lugares más concurridos de la ciudad y elegidos para la recreación, que hoy simboliza reunión e amigos y de las familias. En esa oportunidad Lecherita hacía con sus actos alarde de la impunidad que gozaba.

Ese 8 de julio, apenas transcurridas unas horas del fatídico hecho la gente reaccionó luego de una marcha pidiendo justicia, generando una pueblada que terminó con el ataque a la casa que ocupaba ilegalmente el asesino a la que quemaron, la comisaría y un sector del Palacio Municipal.

Junto al autor del homicidio de Pacheco, fue imputado un menor de edad, sindicado como quien le facilitó el arma blanca homicida.

Lo demás es por todos conocido, pero desde entonces, la sensación que sobrevuela el aire en General Pinto es de una tensa calma, capaz de detonar en cualquier momento; más aún, cuando ese disparador vuelve a estar emparentado con hechos que atentan contra la gente de bien y el orden público; cuando los nombres y hechos se repiten y a pesar del accionar policial, efectivo en muchos casos, pero también criticable en otros, parece no alcanzar para garantizar lo que los vecinos se resignan a perder y es el símbolo sagrado de la ciudad: la paz y la calma con la que hasta hace no mucho tiempo se vivía en este lugar.

Ocurrida la muerte de Patricio Pacheco, el estallido fue impulsado por la impotencia que generó la sensación de «crónica anunciada» consumada a la que pareció nadie con «poder» en el pueblo ver venir, o peor aún, subestimó.

Fue tan conmocionante que pudo haberle costado la renovación del Gobierno a la actual Gestión, que tuvo la elección más dura de las dos sólidas décadas que llevaba al frente del municipio, incluso, del desgaste sufrido, parece no hace mucho tiempo estar recuperada.

Hoy a la luz de los hechos, y dado el movimiento que en redes sociales (incluído Whatsapp como una de ellas), General Pinto está latiendo diferente y, socialmente, es una olla a presión.

Todo comenzó con una publicación en la que se hizo referencia a una de las personas involucradas en el crimen de Pacheco que habría vuelto a vivir en la ciudad, a ello le siguieron imágenes de rostros con nombres y apellidos de personas que estarían vinculadas con delitos contra la propiedad y venta de drogas. Publicaciones que se fueron replicando con la velocidad de la luz y aunque no haya una persona, institución u organización que se adjudique las mismas, no se necesita tener un grupo de inteligencia detrás para percibir que el humor social ha vuelto a cambiar.

En una ciudad pueblo, como lo son la mayoría de las de nuestra zona, negar u omitir esta situación puede equivaler a un pecado capital; con el agravante que hay antecedentes de lo que puede desencadenar.

Se debe destacar que esta vez la Policía está vista como una víctima más del Poder Judicial que es quien tiene la última palabra acerca de la suerte que corren aquellas personas aprehendidas bajo algún cargo delictivo cometido en contra de los pobladores o sus bienes. Tanto es así, que de las publicaciones referidas, la más reciente es una convocatoria a la Plaza Principal este viernes, justamente en defensa del personal policial.

Distrito Interior no incentiva, simplemente no mira para otro lado. Aclaración que podría considerarse que está de más, pero ante la facilidad demostrada en tantas oportunidades y en todos los niveles de la política del país, para desviar el foco de la discusión y adjudicar responsabilidades, es necesaria.

Tampoco faltaron quienes se preguntaron donde estamos los medios de comunicación, Distrito Interior dice acá estamos, no solamente para informarte, sino también para escucharte (siempre que se de la cara, como corresponde).

Todavía, en este viernes 16 de mayo, se está a tiempo de reaccionar y de accionar, al menos demostrando al pueblo que se está al frente de una preocupación que atraviesa a la gran mayoría (si no a la totalidad).

La especulación política, por parte del oficialismo o la oposición, no tienen lugar»acá».

Hay heridas que no cierran, por el contrario, están más frescas y abiertas de lo que se creían, por lo tanto de cómo se reaccione desde donde corresponde, se las estará tratando para su curación … o salando.

Usted saque sus propias conclusiones.

Redacción

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