por Distrito Interior · Publicada · Actualizado
Bautista Nieva y Valentino Rivero llevan adelante desde hace un tiempo este emprendimiento que cada fin de semana los tiene en la esquina de Rivadavia y Rómulo Parra ofreciendo diferentes productos. En esta oportunidad sumaron a un tercer socio, Milo Tardini.
Enterados de esta «acción financiera», nos acercamos al lugar, y con el consentimiento de la mamá de uno de ellos, que al igual del resto de la familia los acompaña y apoya en esta iniciativa, charlamos con estos pequeños comerciantes de amplia visión.
Iniciaron vendiendo limonada que elaboraron con limones de la planta de un vecino del barrio, luego fueron atendiendo la demanda de los clientes ganados y de los ocasionales, por lo que sumaron nuevos productos, como jugos envasados y golosinas.
Al grito de «vendo, vendo!» llaman la atención de la gente que por ternura y curiosidad les compra, pero se sorprende, como nosotros, cuando comienza el intercambio y ponen en marcha su sistema de ventas.
A medida que agotan el stock salen a comprar, buscando precios y calidad; claramente, es algo más que un juego para ellos, y tienen claro el efecto multiplicador que tiene vender. habrá un momento en que lo logrado será repartido, pero por ahora sólo están enfocados en hacer crecer y mejorar cada vez, lo que han logrado.
Más allá de lo curioso que pueden resultar vendiendo, estos niños, se están educando financieramente; un punto que es materia de debate de cara a la nueva educación que el sistema del país requiere. Libres, eligieron de esta forma, pasar sus tardes, aunque quizá inconscientes que se están formando, aprendiendo y adquiriendo hábitos que en algún momento pueden ser la base algo. También es posible que solo sea una curiosidad que los mantiene ocupados. Pero lo que es seguro, que de algo tan productivo como lo que hacen, algo les quedará.
En la foto de portada de derecha a izquierda: Bautista, Valentino y Milo.
