El relato de este Atlético lo escribe últimamente Giuliano Simeone, anoche, de nuevo, trascendental en la victoria ante el Getafe que ha plantado a los rojiblancos en las semifinales de la Copa. Si en Salzburgo abrió con un gol y una asistencia el partido que metió a los rojiblancos entre los ocho mejores equipos de la Champions y el sábado asistió a Lino para abrir la lata del Mallorca, anoche finiquitó al Getafe con dos goles en menos de veinte minutos. La suya fue una actuación sobresaliente en un buen partido colectivo del Atlético. Demasiado para un Getafe que no fue el equipo rocoso que tanto incomoda a sus rivales. No reservó a nadie Simeone y Giuliano lideró por la vía rápida una tunda que pudo sobrepasar la media docena de goles ante un rival muy mermado por seis bajas, entre ellas la de su portero titular, David Soria. Lino, Correa y Sorloth completaron la manita que incluso permitió a Simeone oxigenar a los titulares en el segundo tiempo con vistas al derbi liguero del sábado en el Bernabéu.
ATMAtlético
5
Juan Musso, José María Giménez, Javi Galán (Conor Gallagher, min. 60), Nahuel Molina, Robin Le Normand, Rodrigo De Paul (Rodrigo Riquelme, min. 79), Giuliano Simeone (César Azpilicueta, min. 60), Samuel Lino, Koke, Antoine Griezmann (Alexander Sørloth, min. 72) y Julián Alvarez (Ángel Correa, min. 60)
GETGetafe
Jirí Letácek, Domingos Duarte, Juan Iglesias (Ismael Bekhoucha, min. 72), Juan Bernat, Omar Alderete (Luca Löhr, min. 72), Peter Federico (Juanmi, min. 45), Álex Sola (Carles Pérez, min. 45), Yellu Santiago, Ramon Terrats, Bertug Yildirim (Borja Mayoral, min. 45) y Christantus Uche
Goles 1-0 min. 7: Giuliano Simeone. 2-0 min. 16: Giuliano Simeone. 3-0 min. 41: Samuel Lino. 4-0 min. 77: Correa. 5-0 min. 85: Sörloth
Arbitro Guillermo Cuadra Fernández
Tarjetas amarillas Christantus Uche (min. 7), Conor Gallagher (min. 69), Ismael Bekhoucha (min. 76)
El duelo confirmó que Giuliano está creando el caldo de cultivo ideal que anticipa a los ídolos de cualquier hinchada. En su caso, aderezado y potenciado por el apellido que lleva y por lo que este conlleva. La grada jalea su nombre y el speaker se preocupa muy mucho de entonar con fuerza su apellido.
La historia que protagoniza Giuliano es cautivadora como hijo que es de una de las grandes leyendas del club. Primero ha tenido que digerir las suspicacias internas y externas que podía generar su aterrizaje en el vestuario. Después, mostrar que no se conformaba con ser el jugador veinte o veintiuno del plantel y, por último, reivindicar que tenía sitio en el once titular de su padre. Todo después de superar el curso pasado, durante su cesión al Alavés, una grave lesión de rodilla.
Es inevitable no incidir en la estirpe de la que proviene Giuliano, aunque como jugador se diferencie de su padre. Lo que es indivisible es la pasión y también la convicción de que el futbolista lo puede ser en todo el campo. El chaval se crió como delantero y ha irrumpido en la élite como un rompedor jugador de banda por gracia de su velocidad.
En el primer tanto rememoró sus tiempos en el área con un potente salto para cruzar con un certero cabezazo el centro templado de Javi Galán. Este reaparecía después de una lesión y mezcló bien con Lino. En ese costado, el Atlético cojea respecto a la profundidad que le dan en la otra orilla Molina, Giuliano o Llorente. El nivel que exhibió el Getafe no da para sacar conclusiones definitivas, pero por lo menos tanto Galán como Lino ejercieron la superioridad que se les suponía.
No resistió el Getafe la salida enchufada del Atlético, con más ritmo con y sin balón que su rival. Se desvencijó el conjunto de Bordalás a la primera contra que construyó el Atlético después de ponerse por delante en el marcador. La transición la comandó Julián Alvarez por la izquierda y la orientó a la derecha para DePaul con un preciso pase de cuarenta metros. El volante puso el interior del pie para que la pelota cayera a los pies de Giuliano. Este llegaba por el centro libre de marca y ejecutó a Letacek con un toque fino y raso. Aquí también es inevitable no hacer mención a la devoción que Simeone profesa a los centrocampistas llegadores. Él lo fue y parece que a su hijo le ha calado la exigencia de hacer goles que su padre impone a los mediocampistas. Giuliano suma ya cuatro tantos.
Lino también se sumó a esa demanda del técnico. A este ha sido al que Simeone ha trabajado y ha insistido más para que engorde sus cifras goleadoras. Anoche lo hizo tras una buena maniobra en el área que sentó a su marcador antes de dibujar una rosca cruzada y a media altura inalcanzable para Letacek.
El juego y el marcador al descanso reflejaron que lo que para el Atlético era un duelo para no escatimar esfuerzos, para el Getafe era un engorro. No compitió, quizá ya rebajado por el mensaje de pesimismo realista que Bordalás transmitió en la previa. La suya es otra pelea, aunque la goleada recibida no sea de buen gusto para nadie.
Con tres goles de ventaja, los focos ya estaba en cómo despediría la hinchada rojiblanca a Giuliano cuando fuera reemplazado. La ovación fue atronadora y entusiasta para el hijo del entrenador, al que un fuera de juego ajustado impidió que subiera al marcador el tanto con el que hubiera firmado su primer hat-trick.
Fue Correa el que amplió la ventaja con un derechazo dañino y ajustado desde fuera del área.El argentino también contribuyó al tanto de Sorloth. Se lo regaló con una devolución en la frontal del área que permitió al noruego marcar a placer y cerrar la goleada que inició Giuliano.