A propósito de la ocasión, el presidente del país, Bernardo Arévalo, encabezará el acto de entrega de la Orden Nacional “Francisco Marroquín” a 10 docentes destacados, según adelantó el pasado lunes una fuente oficial.
Ahora, a pesar del proceso de transformación del sector, una protesta desde hace cinco semanas frente a la sede del Ejecutivo, con personal de entre 10 y 12 por ciento de los centros públicos chapines, enrarecerá la jornada.
La manifestación en la Plaza de la Constitución y sus alrededores, de acuerdo con los organizadores, reclama mejoras salariales, condiciones laborales dignas y el respeto a acuerdos previamente firmados con el Estado.
La principal figura del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), Joviel Acevedo, criticó el actuar de la administración de Arévalo, que levantó más de seis mil 500 actas a quienes no acuden a las aulas.
La Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) rechazó la víspera la manifestación del STEG, “el cual en lugar de promover el bienestar de los estudiantes y los docentes genera obstáculos que impactan negativamente la mejora del sistema”, señaló.
Advirtió que el reclamo de un incremento de sueldo (del 15 por ciento), más allá del otorgado para este año (cinco), pone en peligro la inversión en los programas de calidad y limita las oportunidades para la innovación y la mejora continua.
Antes, autoridades indígenas pidieron al STEG respetar el derecho de los niños a recibir sus clases y reprobaron cualquier intento de desinformar a la población mediante la utilización de las aulas como espacios de presión.
Exconstitucionalistas y juristas declararon a la prensa local que el sindicato de Acevedo reta al sistema de justicia a partir de que se les indicó mediante recursos legales aprobados abandonar la protesta.
El Día del Maestro representa en Guatemala un espacio para recordar aquella demostración de valentía cuando varios profesores se involucraron en política contra el mandato de Jorge Ubico.
Chinchilla, docente del municipio de Jalapa y centros educativos en esta capital, formaba parte del grupo que pedía un aumento salarial y la renuncia del presidente.
La movilización de mujeres fue disuelta en una céntrica calle de la urbe, en ese marco quedó asesinada y otras dos personas resultaron heridas.
Un Acuerdo del Ejecutivo de 2006 consideró a los catedráticos determinantes para lograr el bien común y el desarrollo integral de las personas, mientras les otorgó licencia de descanso con goce de sueldo en esta jornada.
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