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Un operativo en Tierra del Fuego destapó un cargamento de más de 13 kilos de cocaína escondidos en un camión. El chofer, identificado como Néstor Daniel Andrés Lundbye, asegura que desconocía la presencia de la droga y su defensa, a cargo del reconocido abogado Carlos Telleldín, ya anticipa una batalla legal para demostrar su inocencia.
La noticia sacudió la tranquilidad de la Patagonia. Un camionero que transitaba por la ruta fue interceptado en Tierra del Fuego con un importante cargamento de cocaína, precisamente 13 kilos con 600 gramos. El protagonista de esta historia es el camionero, quien, tras ser detenido, declaró vía Zoom ante la jueza Mariel Borruto y aseguró no tener la menor idea de que transportaba semejante cantidad de estupefacientes.
El caso, que ya de por sí genera interrogantes, toma un giro aún más interesante con la intervención de Carlos Telleldín, un letrado de vasta trayectoria y conocido en los tribunales como el “sacapresos“. En diálogo con LU12AM680, Telleldín brindó detalles sobre la estrategia de la defensa y sembró dudas sobre la responsabilidad de su cliente.
Según explicó el abogado, el camión conducido por Lundbye había pasado previamente por Río Gallegos e incluso cruzó a Chile, reingresando a Argentina por Río Grande. Fue precisamente en este punto fronterizo donde se descubrieron los paquetes de cocaína ocultos en el tablero o en el techo de la cabina.
La defensa de Lundbye se basa en la declaración del camionero, quien sostiene que simplemente tomó el camión para realizar el viaje sin haber colocado la droga ni tener conocimiento de su existencia. “Estas empresas los camiones los dejan, le dan el destino, se sube el camionero y sale“, describió Telleldín, buscando contextualizar la situación.
El caso se inscribe en el marco del nuevo Código Federal, que establece plazos perentorios para resolver la situación procesal del detenido. En este contexto, Lundbye deberá permanecer al menos 90 días en prisión preventiva.
Telleldín destacó que, con el nuevo código, el juez federal actúa como un “juez de garantías”, cuyo rol principal es revisar las pruebas presentadas por la fiscalía y la defensa, velando por los derechos del imputado. “Fiscalía ahora tiene que probar quién la puso“, enfatizó el letrado, mientras que su defensa buscará demostrar que Lundbye no solo no colocó la droga, sino que tampoco tenía conocimiento