La reciente edición 2025 de Brinda, uno de los eventos más destacados del calendario nacional dedicado al vino, la gastronomía y la cultura del buen vivir, inauguró anoche su agenda otoñal en el icónico parador Waikiki de Mar del Plata. En un contexto inusual para esta época del año, con temperaturas que superaron los 25 grados y un ambiente cálido propio de noches estivales, el evento reunió a más de 50 expositores entre bodegas nacionales, barras de coctelería y empresas locales vinculadas al mundo gourmet. Entre las figuras destacadas de la noche se encontró Gráfica Tucumán, una empresa que ha sabido ganarse un lugar preponderante en el diseño de packaging, demostrando cómo el arte puede transformar productos cotidianos en verdaderas obras maestras.
El marco elegido para este encuentro fue nada menos que el mítico parador Waikiki, un espacio que evoca esencias hawaianas y donde cada rincón parece haber sido diseñado para disfrutar y celebrar. Desde el momento en que los primeros asistentes cruzaron sus puertas, quedó claro que la velada sería mucho más que una feria de degustación: fue una experiencia sensorial completa que combinó vino, gastronomía, música y performances artísticas de alto nivel.
Gráfica Tucumán: Innovación y tradición en el corazón del evento
Gráfica Tucumán llevó hasta Mar del Plata una muestra de sus soluciones creativas. Su stand no pasó desapercibido, ya que logró capturar la atención de visitantes y expositores. Con diseños que fusionan tradición e innovación, la empresa demuestra cómo el packaging puede ser mucho más que un simple envase: es una extensión de la identidad de la marca, capaz de contar historias y generar vínculos emocionales con los consumidores.
Durante toda la noche, el CEO de la empresa Guillermo Dauverne compartió anécdotas sobre su trabajo con empresas de diferentes regiones del país, destacando cómo han logrado adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado sin perder su esencia. «Es un orgullo formar parte de un evento como
Brinda, que reúne a los mejores exponentes del sector en un ambiente tan distendido y a la vez destacado», comentó. «Nos encanta poder estar presente y mostrar cómo el diseño puede elevar la percepción de un producto y convertirlo en algo único».
Un clima perfecto para el disfrute
El calor atípico que acompañó la jornada creó un ambiente relajado y festivo, ideal para que los asistentes pudieran recorrer los stands, interactuar con los expositores y degustar las propuestas presentadas. Las cientos de etiquetas disponibles permitieron a los amantes del vino explorar desde varietales clásicos hasta ediciones limitadas y experimentales. Por otro lado, las barras de coctelería ofrecieron creaciones innovadoras que sorprendieron tanto por su sabor como por su presentación visual.
La gastronomía también tuvo un papel protagónico en la noche. Propuestas gourmet cuidadosamente elaboradas complementaron las degustaciones, brindando a los comensales una experiencia culinaria que elevó aún más el espíritu festivo del evento.
Bailes hawaianos y performances con fuego: Magia en cada detalle
Uno de los momentos más memorables de la velada fue la presentación de un grupo de baile hawaiano que cautivó a todos los presentes con sus coloridos trajes y movimientos llenos de energía. Las performers, vestidas con faldas de paja y collares de flores, recrearon danzas tradicionales que transportaron al público a un paraíso tropical. Sus coreografías, acompañadas por tambores y melodías típicas, generaron aplausos espontáneos y sonrisas en cada rincón del salón.
Pero el espectáculo no terminó ahí. Más tarde, un grupo de artistas especializados en performances con fuego tomó el escenario principal. Manipulando antorchas con una precisión asombrosa, lograron crear figuras hipnotizantes que iluminaron la noche marplatense. El juego de luces y sombras, combinado con la destreza técnica de los artistas, dejó a los asistentes sin palabras. Fue imposible no sentirse atrapado por la magia de estas actuaciones, que añadieron un toque de exotismo y adrenalina al ambiente ya cargado de buena vibra.
Networking y amistad bajo las estrellas
Más allá de las degustaciones y los espectáculos, Brinda demostró una vez más ser un espacio privilegiado para el networking y la creación de vínculos profesionales y personales. Empresas locales aprovecharon la oportunidad para conectar con nuevos clientes y socios estratégicos, mientras que los visitantes disfrutaron de la posibilidad de conocer directamente a los productores detrás de sus marcas favoritas.
Las áreas de descanso, decoradas con elementos naturales que evocaban playas paradisíacas, invitaron a los asistentes a sentarse, compartir historias y fortalecer lazos. En un mundo cada vez más digitalizado, eventos como este demuestran la importancia de las interacciones cara a cara y la construcción de comunidades basadas en valores compartidos.
Una noche inolvidable
La noche será recordada como una celebración integral de la cultura, la creatividad y el buen vivir. Desde la participación destacada de Gráfica Tucumán hasta las performances hawaianas y los números con fuego, cada detalle contribuyó a crear una experiencia única que superó todas las expectativas.
Con un clima perfecto, una oferta gastronómica y vinícola excepcional, y una programación artística que dejó huella, el evento confirmó que Mar del Plata es mucho más que una ciudad balnearia: es un destino cultural en constante crecimiento. Y aunque el calor otoñal pudo haber sorprendido a algunos, nadie dudó de que esa temperatura fue simplemente un ingrediente más en una noche que quedará grabada en la memoria de todos los que tuvimos la suerte de estar presentes.
NMDQ – Marcelo Pérez Peláez