Las tres provincias de la Patagonia Norte —Río Negro, Neuquén y La Pampa— se unieron para posicionar a la alfalfa como un cultivo clave para el futuro, pensando en el día después de Vaca Muerta o la fruticultura. Ya sea con foco en la exportación, como un negocio independiente o como complemento de la ganadería, funcionarios y expertos ven un gran potencial en las 300.000 hectáreas bajo riego que podrían destinarse a este cultivo.
Las tres provincias comparten un discurso común: la alfalfa es el camino. Sin embargo, al hablar de pasturas, inevitablemente se toca el tema del engorde y, por ende, de la barrera sanitaria. Aquí surgen las diferencias. Durante la inauguración de la Expo Alfa Patagonia Norte, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, marcó su postura al declarar: “Defendemos la barrera y el estatus sanitario”.
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Natalia Ivon Ovando, sobre la barrera: «Es un tema que se toca siempre». Foto: Fabricio González.
¿Generó incomodidad el discurso de Weretilneck? “Es un tema recurrente. En nuestro caso, la alfalfa está muy vinculada a la producción ganadera, que es el objetivo principal en La Pampa. Sabíamos que el tema de la barrera iba a surgir”, respondió Natalia Ivon Ovando, directora de Agricultura de La Pampa, en diálogo con +P.
Ovando explicó: “Comprendemos la necesidad de la barrera en términos de sanidad vegetal, especialmente porque las provincias exportan fruta y la sanidad es clave. Sin embargo, en el caso de la carne, no hay evidencia científica que justifique la prohibición de trasladar carne con hueso”. Según la funcionaria, “no existe evidencia que demuestre riesgos sanitarios por el ingreso de asado con hueso a la Patagonia”.
En este contexto, ¿cree La Pampa que 2025 será el último año de la barrera sanitaria? Ovando prefirió no especular: “Es difícil predecir qué pasará. Las barreras dependen del gobierno nacional y la última palabra la tiene SENASA. Aunque las provincias estén en desacuerdo, si SENASA decide, se deberá cumplir”.
El «mal estatus»
Sebastián Lastiri, director ejecutivo de la Agencia de Inversiones y Comercio Exterior de La Pampa (I-COMEX), destacó el potencial de la alfalfa: “Aún tenemos superficie disponible para crecer en producción agrícola. El forraje permite producir carne, lo que a su vez impulsa la industria frigorífica”, señaló en diálogo con +P.
Sin embargo, Lastiri no tardó en abordar el tema de la barrera: “Creemos que el estatus sanitario es importante, pero estamos convencidos de que no hay evidencia científica para mantener el ‘mal estatus’ que SENASA impone al resto de Argentina”. Y agregó: “Hace muchos años que no hay casos de aftosa. No hay fundamentos técnicos ni científicos para mantener este estatus para el resto del país”.
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Sebastián Lastiri habló del «mal estatus» que da Senasa a todo el país al norte del río Colorado. Foto: @SebaLastiri
Panorama del otro lado del Colorado
Mientras Río Negro lidera la apuesta por la alfalfa y Neuquén busca seguirle el paso, La Pampa cuenta actualmente con 2.500 hectáreas destinadas a este cultivo, con proyecciones de alcanzar las 25.000, lideradas por las zonas de 25 de Mayo y Casa de Piedra.
“La Pampa tiene una ventaja comparativa: una amplia experiencia en la siembra, cosecha y comercialización de alfalfa, tanto como heno como semilla. Estas capacidades se han extendido a las zonas bajo riego, especialmente en 25 de Mayo, donde se produce alfalfa de calidad para exportación. Esa región tiene un enorme potencial”, aseguró Ovando.