El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal de Paraguay emitió una alerta sanitaria al detectar un caso de influenza aviar en aves domésticas. Esto ocurrió en Maipú, localidad perteneciente a Chaco.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, del país vecino, emitió un comunicado oficial donde informó que “se realizará una vigilancia activa para la evaluación del riesgo epidemiológico en la zona, con el fin de alcanzar una detección rápida de la presencia del virus a fin de tomar los recaudos necesarios”.
Luego agregaron que “la influenza aviar es una enfermedad infecciosa zoonótica de alta patogenicidad y mortalidad. Por lo que se recomienda evitar el contacto entre las aves silvestres y las domésticas. Además, se aconseja cuidar la fuente de alimentación y de agua de los animales”.
Para evitar el riesgo de contagio, no se debe manipular aves con signos de enfermedad, o muertas. Por este motivo, la institución paraguaya solicitó alerta máxima a los funcionarios y a la ciudadanía en general. En caso de encontrarse con esta situación, se debe informar de forma rápida a la institución pertinente.
En Argentina, la influenza aviar es una enfermedad de notificación obligatoria y cualquier persona que observe mortandades o signos clínicos en aves como depresión, incoordinación, temblores, problemas respiratorios, diarrea y edema facial, debe avisar al Senasa de manera inmediata. Se puede notificar en persona acercándose a la oficina más cercana o por teléfono a través del 11 5700 5704.
En relación a ello, el viernes pasado, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de nuestro país confirmó que se detectaron tres casos positivos de la presencia del virus H5N1 de influenza aviar en aves criadas en traspatio en Tres Isletas, localidad de Chaco.
Gripe Aviar
La influenza aviar H5 de alta patogenicidad es una enfermedad de alto impacto en la producción avícola que afecta tanto a las aves de corral (gallinas, gallos, pollos, patos, pavos y gansos) como a las aves silvestres y domésticas. Es considerada mortal para las aves infectadas y, hasta el momento, no tiene cura.
La probabilidad de transmisión de este virus a las personas es baja y no se transmite a humanos por ingesta alimentaria. Es decir, el consumo de carne aviar, huevos y sus subproductos no presenta peligro para la población.
De producirse la transmisión, la misma ocurre cuando las secreciones o excretas de aves infectadas son inhaladas por las personas o el virus toma contacto con las mucosas de la boca, nariz u ojos. Por lo tanto, las personas consideradas expuestas son aquellas que hayan tenido contacto directo sin protección adecuada con animales infectados (vivos o muertos) o con sus entornos contaminados.
Con información de Noticias Argentinas