El pasado año cubrimos el 67 por ciento de la cifra y en el presente periodo anual la mantenemos, subrayó el coordinador de la Unidad de Seguimiento y Evaluación de esa entidad, Juan Carlos Callejas, citado por el diario local Prensa Libre.
Para alcanzarla proyectamos la participación de 12 mil 500 alfabetizadores, en un proceso que comenzará en marzo próximo tras una preparación, explicó el experto, quien expuso lo difícil de la tarea a causa de varios factores.
Señaló las condiciones de pobreza y pobreza extrema, de exclusión social, falta de servicios básicos y escasa presencia del Estado en las comunidades de las personas sin saber leer ni escribir.
“Tienen interés de aprender, pero su situación económica les limita asistir a los grupos para ser alfabetizados porque su prioridad es trabajar en sus siembras, es migrar para obtener ingresos para alimentar a la familia”, comentó.
Ejemplificó que en el departamento de Alta Verapaz, los niveles de pobreza son elevados, las personas se trasladan al corte de café o de caña de azúcar y hay menos cobertura de servicios de educación y de salud.
Asimismo, añadió Callejas, el acceso a la energía eléctrica es limitado y las comunidades son más vulnerables a desastres y fenómenos naturales.
En Jutiapa –acotó- son otros los obstáculos, como el machismo, la inseguridad y la violencia que aquejan a esa demarcación.
Esta disparidad, argumentó, es un freno para que las personas sean alcanzadas por la alfabetización, pues priorizan otras necesidades y dejan de lado dedicar dos horas diarias para acudir a un grupo y aprender a leer y a escribir.
La miembro del Programa Postalfabetización María del Carmen Cuque describió que la institución trata de acoplarse a las necesidades de los participantes.
Contó que juntos buscan el mejor horario para que las personas puedan acudir a los grupos de enseñanza, así como que el lugar de las reuniones sea accesible a todos.
Para unos grupos resulta mejor estudiar a la luz del día, pues los cortes de energía eléctrica y la inseguridad en las calles dificultan las reuniones por la noche, mencionó la especialista.
Por su parte, amplió, las mujeres prefieren recibir las clases antes de que el esposo llegue a casa, pues deben prepararle la cena.
La encargada del Programa Bilingüe de Conalfa, Leticia Elisabeth Tohóm, afirmó que el mayor reto para los educadores es retener a los participantes.
En 2022 la tasa de alfabetización de Guatemala era del 84,27 por ciento, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
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