En conmemoración al XXV aniversario de la primera marcha de la diversidad sexual y de género en el país, los participantes saldrán en diferentes bloques a las 13:30, hora local, de la Plaza de la República hasta el centro histórico de la urbe.
Al lanzar la convocatoria a una de las animaciones más populares de la nación, el comité organizador recordó cómo partieron esa vez inicial a las calles de forma pacífica a luchar por su honra, identidad e historia, luego de un evento de odio y sangre, sin esclarecerse.
La relación con diferentes gobiernos de turno ha estado marcada por una mezcla de indiferencia, persecución, resistencia, extorsión y una constante creación desde la sociedad civil, contó en conferencia de prensa.
Mencionó además un constante silencio estatal, que aumenta las manifestaciones de violencia psicológica, sexual, verbal y simbólica.
La coyuntura política actual en este territorio centroamericano frente a la diversidad sexual y de género es profundamente contradictoria, consideró el grupo.
Mientras por un lado hay avances simbólicos y cierta apertura en el discurso, por otro persiste un contexto estructural de intimidación, impunidad y retroceso en derechos humanos, explicó.
La comunidad de Lgbtqia+ chapina calificó de hostil la coyuntura, pero que coexiste con una resistencia viva, creativa y profundamente política, que exige dignidad, reconocimiento legal y una vida libre de violencia para todos.
Datos señalados dieron cuenta de 39 violaciones de derechos el año pasado en Guatemala en contra de las personas trans, un 52 por ciento de discriminación sistemática, un 10 de asesinatos y un ocho por ciento reflejo de la negligencia en materia de salud directa del Estado.
Detallaron que entre el 2017 y el 2025 mataron aquí a al menos 150 personas por su orientación sexual e identidad de género, incluidos cinco crímenes en lo que va del presente periodo anual.
Una resolución de amparo de la Corte Constitucional otorgada por segundo año consecutivo al abogado Roberto Cano contra el desfile indicó a las autoridades garantizar los derechos, tantos de participantes como de otros grupos (dada la posible presencia de niños).
El Gobierno aseguró que resguardará lo establecido en la Constitución y en los tratados internacionales, entre los cuales incluyó el de reunión, libertad de conciencia, pensamiento y religión.
Guatemala no permite ni las uniones civiles ni los matrimonios con personas del mismo sexo, y analistas locales advierten sobre la fuerza aún de los sectores ultraconservadores y su influencia en la política en el país.
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