Mediante un mensaje en su perfil en la red social X, la entidad describió que este país megadiverso posee en total 21 de esos sitios fundamentales: reservorios de flora y fauna, que resguardan una gran variedad genética.
En el caso de la tierra del quetzal muchos de estos parques albergan importantes sitios arqueológicos y culturales, como Tikal Yaxhá-Nakúm-Naranjo y Mirador-Río Azul, todos en el departamento de Petén.
Aparecen asimismos Laguna de Calderas (entre Guatemala y Escuintla), El Rosario (Petén) y Cuevas de Silvino (Izabal.
También el volcán Pacaya (Escuintla), Iximché (Chimaltenango) y áreas como el Sitio Arqueológico de Yaxhá (Petén), Las Victorias (Alta Verapaz) y los Riscos de Momostenango (Totonicapán), entre otros.
Surgieron en 1963 y ya 1980 existían 17, con el Conap como ente rector y del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas de principal mecanismo de protección, conservación y uso sostenible a nivel nacional.
En estas áreas está prohibido cortar, extraer o destruir cualquier espécimen de flora silvestre y cazar, capturar o realizar cualquier acto que lesione la vida o la integridad de la fauna, excepto por motivos de manejo que sean necesarios para asegurar su mantenimiento.
Uno de los mayores aportes de los 21 (con 32 mil 22,47 hectáreas netas), según expertos, es el vínculo entre los recursos naturales como patrimonio y lo cultural, de una rica historia ancestral.
El Día Mundial de los Parques Nacionales se estableció en 1986 con el propósito de sensibilizar sobre la necesidad de proteger estos espacios que concentran una gran riqueza.
Muchos países conmemoran este día con la organización de actividades de educación ambiental y reforestación.
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