El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) reportó que se registra el descenso de corrientes de densidad piroclástica desde el borde oeste de la cúpula del domo Caliente hacia el flanco suroeste, debido al colapso del material acumulado por la extrusión de lava en bloques.
Estas corrientes se desplazaron a distancias de hasta tres kilómetros, siguiendo el mismo trayecto que el flujo de lava activo desde 2022.
La actividad, añadió el Insivumeh, afecta los cauces de los ríos Tambor y San Isidro.
Las nubes de gas y ceniza producidas por estas corrientes alcanzan los 1000 metros de altura y están siendo desplazadas por los vientos hacia el oeste y suroeste, a distancias de entre 30 y 60 kilómetros, lo que origina abundante caída de ceniza en lugares poblados como Loma Linda, San Martín Sacatepéquez, Colomba y Coatepeque.
La evolución temporal y espacial de la actividad sísmica en los últimos seis meses sugiere el movimiento de un cuerpo de magma cercano a la superficie, a la vez que se mantiene una dinámica constante en zonas más profundas del edificio volcánico. (ANSA).