El crimen de John Lennon, ocurrido el 8 de diciembre de 1980 frente al edificio Dakota en Nueva York, sigue siendo una de las heridas más profundas en la historia de la música. Ahora, Mark David Chapman, el hombre que le disparó al ex Beatle, volvió a hablar desde la cárcel y reveló las razones que lo llevaron a cometer el asesinato que paralizó al mundo.
En declaraciones ante una junta de libertad condicional en agosto —a las que accedió el New York Post—, el estadounidense de 70 años aseguró: “Esto fue para mí y solo para mí, desafortunadamente, y tuvo todo que ver con su popularidad”.
Luego reconoció sin rodeos: “Mi crimen fue completamente egoísta”. Ante la pregunta de los comisionados sobre qué lo motivó a matar a Lennon, Chapman respondió: “Para ser famoso, para ser algo que no era. Me di cuenta de que aquí había un objetivo. No tenía que morir, podía ser alguien. Había caído tan bajo que supe que ese día lo encontraría y lo mataría”.

Chapman permanece detenido desde el mismo día del crimen y fue condenado a cadena perpetua. En esta nueva audiencia, intentó disculparse con la familia de Lennon y con sus fanáticos: “Este era un ser humano. Aquí estoy, viviendo mucho más tiempo, y no solo mi familia, sino también sus amigos y los fans, me disculpo por la devastación que les causé. No pensé en eso en absoluto en ese momento”. Sin embargo, el panel de libertad condicional consideró que Chapman no muestra remordimiento genuino ni empatía significativa, por lo que le negó nuevamente la libertad. Su próxima revisión será recién en 2027.
“No me interesa en absoluto ser famoso. Que me encubran. Ya no quiero ser famoso, punto”, afirmó el hombre que alguna vez buscó notoriedad a través de un acto atroz. En su momento, Chapman explicó que se sentía identificado con el protagonista del libro El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger, y que esa obsesión literaria fue parte del delirio que lo empujó a cometer el asesinato.

Cómo fue el asesinato de John Lennon
La noche del 8 de diciembre de 1980 cambió para siempre la historia de la música. John Lennon regresaba al edificio Dakota, en Nueva York, luego de grabar en el estudio con Yoko Ono.
Horas antes, un fanático llamado Mark David Chapman se le había acercado amablemente para pedirle un autógrafo sobre un vinilo. Esa misma persona lo esperaba oculto entre las sombras cuando el músico bajó del auto. Eran casi las 22:50 cuando le disparó cinco veces por la espalda con un revólver calibre .38.

Lennon cayó herido a pocos metros de la entrada. Su esposa gritó pidiendo auxilio y el portero del edificio lo asistió mientras él, con sus últimas fuerzas, alcanzó a decir: “Me dispararon”. Minutos más tarde, en el Hospital Roosevelt, fue declarado muerto. Chapman no intentó huir. Permaneció en la vereda leyendo El guardián entre el centeno, el libro con el que se identificaba, hasta ser detenido por la policía.





