Esta reunión tiene lugar en un contexto de gran inestabilidad, de cambios acelerados y la agudización de la disputa imperialista en el mundo; del avance de amenazas fascistas y de sectores de derecha proimperialista y del peligro de una guerra global que desafía la dignidad y la existencia humana.
En respuesta, en todo el mundo y en América Latina y el Caribe crecen las luchas obreras y populares, democráticas y antifascistas, de las mujeres y diversidades, campesinas por la tierra, de los pueblos indígenas y originarios, luchas antirracistas y por la defensa de la naturaleza y el ambiente. Son luchas prolongadas, masivas y combativas a las que se incorporan nuevos y amplios sectores populares.
Las mujeres latinoamericanas y caribeñas estamos en la primera línea dando batalla contra la explotación, la precariedad laboral, la impunidad, la discriminación y opresión infringidas por el sistema imperialista-capitalista y el patriarcado.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, nuevamente mujeres del mundo y de toda nuestra región nos uniremos en las calles para expresar nuestro rechazo a las violencias de género, el hambre, el fascismo, el genocidio palestino y para defender los derechos conquistados a lo largo de décadas de lucha.
Donald Trump en América Latina y el Caribe, donde EEUU tiene decenas de bases militares, amenaza con tomar el control del Canal de Panamá, Golfo de México, Islas Galápagos y otros territorios estratégicos; incrementa los aranceles a nuestros productos y expulsa brutalmente a miles de migrantes ocasionando una verdadera tragedia humanitaria. Por su parte China ha avanzado en la disputa por nuestras riquezas y la explotación de recursos naturales, con las inversiones para la apropiación del litio, petróleo y minerales en la mayoría de nuestros países; así vemos que la instalación del puerto de Chancay en Perú pone en evidencia el expansionismo chino. También la Unión Europea, Rusia, Inglaterra y demás potencias imperialistas disputan por el saqueo de nuestros recursos. Estas políticas son avaladas por los gobiernos serviles y entreguistas de la región.
Defendemos la soberanía y autodeterminación de los pueblos, luchamos contra el saqueo de nuestras riquezas naturales, económicas y culturales. Somos protagonistas de grandes enfrentamientos contra el sistema que nos oprime, causante del atraso de los pueblos y las crisis cada vez más violentas y profundas, que agravan las condiciones de vida de las grandes mayorías y que nos tiene a las mujeres como el sector de la población que padece con mayor intensidad sus consecuencias.
En esa lucha se enmarca el IV Encuentro de Mujeres de América Latina y El Caribe que se realizará en Argentina en 2026, como un hito de unidad, lucha y fortalecimiento del Movimiento de Mujeres, antimperialista, antifascista, antipatriarcal, antirracista, socioambiental, democrático y popular en toda la región. La emancipación de las mujeres no será posible sin la liberación de nuestros pueblos, a la vez, la liberación de nuestros pueblos no será posible sin el rol protagónico de sus mujeres.
Invitamos a todas las mujeres a construir el IV Encuentro de Mujeres que nos abraza a todas de modo amplio y participativo. Un Encuentro que nos fortalezca de cara a los profundos cambios sociales en favor del pueblo y sus mujeres.
Caminemos juntas para conquistar una nueva vida y futuro para nosotras y la humanidad.
Buenos Aires, 22 de febrero de 2025
hoy N° 2050 12/03/2025