Por Nelson Bocanegra
BOGOTÁ, 22 jul (Reuters) – América Latina debe solucionar trabas regulatorias, buscar la interconexión eléctrica y mejorar la estructuración de proyectos de energías renovables para atraer unos US$200.000 millones anuales que requiere la región en ese sector, dijeron el martes directivos de bancos multilaterales.
Latinoamérica invierte alrededor del 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura energética, por debajo del 5% del PIB en promedio que destina Europa, Asia, Medio Oriente y el norte de África, según cifras del Banco Mundial.
Si bien las empresas y fondos tienen en su radar a la región, ven insuficiente el apoyo de los Gobiernos para asegurar la viabilidad de los proyectos, coincidieron directivos de bancos multilaterales en un evento sobre financiamiento para la transición energética, organizado en Bogotá por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
«La solución está en la política, porque el dinero no falta», dijo Félix Fernández, director para América Latina y el Caribe de la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Unión Europea (DG INTPA). «Pero el dinero va donde se le acompaña a ir».
Fernández mencionó como ejemplo que empresas de la Unión Europea tienen proyectado US$20.000 millones de inversión en energías renovables en Colombia y recordó que el 88% de la generación renovable conectada al sistema en el país sudamericano es producida por compañías de la Unión Europea.
«Una acción prioritaria es (…) la creación de un clima de inversión adecuado, tener una planeación robusta, tener marcos de políticas y regulación robustos, tener una serie de cosas importantes, burocracias o sistemas administrativos eficientes», opinó Gabriela Elizondo, gerente del programa de asistencia para la gestión del sector energético del Banco Mundial.
Para Andrés Rebolledo, secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), es necesario pensar en una planeación de largo plazo en materia de interconexión eléctrica, más allá de los ciclos políticos propios de cada país, para hacer atractivos los proyectos.
«Los periodos políticos son de menos de cinco o seis años y estos proyectos tienen otras envergaduras», dijo. «Nuestra región puede consolidar su liderazgo en soluciones energéticas sostenibles, pero para ello debemos crear las condiciones con marcos regulatorios adecuados, inversión y un buen equilibrio público y privado», concluyó. (Reporte de Nelson Bocanegra. Editado por Luis Jaime Acosta)