Ducharse parece una rutina simple y saludable, pero dermatólogos advierten que hacerlo de forma incorrecta puede tener efectos negativos en la piel.

Foto: Freerange.
Redacción El País
Un buen baño diario es esencial para mantener la piel limpia, sana y libre de bacterias. Sin embargo, existen errores comunes al ducharse que pueden dañar la barrera cutánea y provocar resequedad, irritación o incluso dermatitis.
Desde la frecuencia excesiva hasta el uso inadecuado de esponjas o jabones, ciertos hábitos diarios podrían afectar el bienestar cutáneo y el equilibrio natural del cuerpo.
Los errores más comunes al ducharse
1. Ducharse con demasiada frecuencia reseca la piel
La piel posee una barrera natural compuesta por grasas y proteínas que retienen la hidratación. Ducharse varias veces al día debilita esa protección, aumentando el riesgo de sequedad, picazón, eccema y dermatitis. En la mayoría de los casos, una ducha diaria es suficiente.
Solo se recomienda un baño extra después de ejercicio intenso o exposición a sudor excesivo, ya que la limpieza excesiva elimina los aceites naturales que mantienen la piel saludable.

Foto: Pxhere.
2. El momento ideal del día para ducharse
De acuerdo con los expertos, ducharse de noche ofrece más beneficios que hacerlo por la mañana.
Una ducha nocturna ayuda a eliminar contaminación, sudor, alérgenos y residuos de productos cosméticos acumulados durante el día. Además, favorece la salud cutánea, previene la obstrucción de los poros y es ideal para quienes sufren de brotes o acné corporal.

Foto: Wikimedia.
3. El orden correcto en la ducha
Uno de los errores más frecuentes es lavar el cuerpo o el rostro antes del cabello. Los champús y acondicionadores contienen ingredientes que pueden irritar la piel.
Por eso, los dermatólogos recomiendan lavar primero el cabello y luego el cuerpo y la cara, evitando así la aparición de acné o irritaciones cutáneas.

Foto: Commons.
4. Cuidado con las esponjas de baño
El uso de esponjas vegetales o muy abrasivas puede lastimar la piel y eliminar los aceites protectores naturales. Además, si no se limpian adecuadamente, pueden convertirse en un foco de bacterias.
Este mal hábito puede causar foliculitis, una infección que provoca picazón e inflamación. Los especialistas aconsejan enjuagar bien las esponjas después de cada uso y reemplazarlas cada semana.
5. No hidratar la piel después de ducharse
El agua por sí sola no hidrata. Se recomienda aplicar una crema humectante o loción corporal inmediatamente después de la ducha, mientras la piel aún está ligeramente húmeda, para retener la humedad y prevenir la resequedad.
¿Encontraste un error?
Reportar