Herencia Viajera, de Romina Domínguez, nos trasladó esta vez a la provincia de Misiones, uno de los lugares “más intensos y verdes” de la Argentina, según ella misma describió.
Como es costumbre en Herencia Viajera, el recorrido no se limitó a los clásicos turísticos. Si bien las Cataratas del Iguazú, joya misionera reconocida como una de las maravillas naturales del mundo, fueron parte esencial del itinerario, Romina propuso extender la travesía hacia sitios menos visitados como la Reserva de Yabotí y el Parque Esmeralda.
“Herencia te ofrece un viaje corto, pero intenso, de unos seis días iniciando por Puerto Iguazú, donde se pueden hacer las excursiones típicas, conocer la Garganta del Diablo, los senderos del Parque Nacional, y si te animás, hacer el viaje en bote por los saltos”, detalló. También recomendó visitar el lado brasileño, la triple frontera y el mercado de artesanías.
Romina Domínguez destacó que Misiones es un destino ideal para quienes buscan experiencias en plena naturaleza y señaló la importancia de preservar estos entornos. “Cuando te metés en estos lugares menos turísticos, ves una inmensidad de vegetación que no estamos acostumbrados a ver. Hace siglos, esto tenía que ser algo maravilloso, por eso se convirtió en lo que es hoy: un destino internacional”, explicó.
Cuándo viajar y cómo hacerlo
Romina aconsejó evitar el verano por el calor y la alta humedad de la región. Según manifestó, los mejores meses para viajar son agosto y septiembre, incluso octubre, aunque en este último ya comienza a complicarse el clima. “Es un viaje corto que uno puede hacer en un fin de semana largo, porque más allá de las Cataratas, no hay tanto más turísticamente para hacer en los alrededores, salvo que uno se adentre en la selva o visite alguna comunidad guaraní”, comentó.
Sobre cómo llegar, fue contundente: mejor avión que auto. “Son viajes muy largos y las rutas pueden ser complicadas. Aunque viajar en auto tiene su encanto, si uno quiere ir y volver rápido, lo ideal es el avión”, recomendó.
Más allá de las Cataratas
El itinerario propuesto por Herencia Viajera contempla uno o dos días en Puerto Iguazú y el resto en zonas menos frecuentadas. Entre ellas, destaca la Reserva de Yabotí, una de las biósferas más grandes del país, y el Parque Esmeralda. Allí, los viajeros pueden elegir entre hospedarse en eco-reservas -con estrictas condiciones de preservación ambiental- o en casas de familia que, junto a guías locales, ofrecen recorridos por senderos vírgenes, sin acceso a GPS ni a mapas convencionales. “Uno se está metiendo en un espacio muy de ellos, es ser huésped en serio. Hay que ser respetuosos de la tradición y del ambiente que vamos a visitar”, subrayó Domínguez.
Además, señaló que estos sitios son ideales para conocer historias y leyendas guaraníes. “Algunas comunidades se están abriendo un poquito al turismo y es muy interesante escuchar los relatos de la selva”, contó.
Gastronomía y tradiciones
Como en cada entrega, no faltó el segmento dedicado a la gastronomía. Romina mencionó delicias típicas de la región como el reviro -una preparación guaraní a base de harina, agua y aceite, que suele llevar chorizo—, la sopa paraguaya, el chipá y la omnipresente mandioca, consumida en múltiples formas, incluso acompañada de queso y cocida a la sartén.
Los pescados de río, como el pacú y el dorado, también fueron protagonistas de la charla. “Ellos suelen cocinar mucho en ollas y cacerolas de hierro, lo que le da otro sabor distinto. Usan frutos nativos que solo se consiguen allá, y hasta miel del monte para las tostadas”, relató entusiasmada.
Así, entre recomendaciones y la pasión por descubrir rincones del país, Herencia Viajera volvió a cumplir su cometido: encender el deseo de viajar y conocer la riqueza natural y cultural de la Argentina.