SALTA – Está culminando una temporada turística que fue la peor que vivió Salta en los últimos años. Muchos sectores de la provincia se vieron afectados por esta situación, la cual estuvo marcada por una baja ocupación hotelera, locales gastronómicos vacíos y peñas desérticas.
Paola Sánchez, una trabajadora de Paradigma Travel, habló con un medio salteño sobre como afecta esto a las agencias de viaje. Paola caracteriza la situación como un panorama desolador y afirma que «la situación estos últimos días es horrible. No hay movimiento turístico. La verdad que hace 20 años que trabajo en esto y es la peor temporada».
La trabajadora afirma que uno de los problemas causantes de esta crisis turística, tiene que ver con lo caro que es vacacionar en el país en medio de la situación cambiaria actual. «La gente se fue generalmente a Brasil y Chile, pero hubo mucha gente que no se fue de vacaciones. Los pocos que se fueron, no anduvieron por Salta», alertó. También recordó que «antes se veía que andaba un poco más de gente o se hacían excursiones. Este año, vino mucha gente de Tucumán, pero en su auto, a dar una vuelta y luego volverse».
Paola Sánchez mencionó que esto afecta no solamente a las agencias de viaje de Salta, sino que también a todos los sectores que tienen que ver con el turismo. «El sector turístico, creo que viene aguantándola desde octubre del año pasado. No sabemos cuánto más vamos a poder sostener esto».
Salta y una de sus peores temporadas turísticas
Salta vivió la peor temporada en los últimos 20 años. La provincia viene atravesando un panorama desértico en sus principales puntos turísticos. Es clara la falta de planificación que hubo de cara a este verano. La inexperiencia de Manuela Arancibia le terminó jugando en contra y la provincia terminó con los números en rojo.
El gran reflejo de esto, fue Cafayate, una de nuestras principales ofertas dentro de la carta turística pero que tuvo en enero una ocupación hotelera que no llegó ni siquiera al 50% y recién pudo repuntar con la Serenata. Es fundamental planificar los meses que vienen de manera eficiente, aprovechar el feriado de Semana Santa y prepararse para el invierno, aunque por el momento, no hay indicios de un mejor trabajo con el turismo.