El barrio Thompson de Bahía Blanca amaneció este miércoles envuelto en una escena de horror y dolor. En la madrugada, los bomberos del Cuartel Central y efectivos de la Policía local hallaron los cuerpos calcinados de una mujer y su hija dentro de una vivienda incendiada en la calle Santa Fe 2332. Las víctimas fueron identificadas como Adriana Miriam Velázquez, de 52 años, y Mariana Belén Bustos, de 25.
El llamado de alerta llegó pasadas las 23.30 del martes, cuando vecinos de la cuadra advirtieron gritos y olor a humo provenientes de la casa. Cuando los bomberos lograron ingresar, encontraron los cuerpos de madre e hija en una habitación, entre restos carbonizados y señales evidentes de que el fuego había sido intencional.
Fuentes de la investigación confirmaron que en la escena se hallaron rastros de combustible y puertas forzadas, lo que reforzó la hipótesis de un doble femicidio. Por el momento, no hay detenidos, pero la Justicia analiza cámaras de seguridad y testimonios de vecinos.

El hijo de Miriam y hermano de Mariana, Leandro, habló con el medio local La Brújula 24 y fue contundente: “Fue un doble femicidio. En este momento uno no tiene palabras, es algo provocado y que hay que tomar las riendas del asunto. Esa cuadra tiene vecinos muy unidos, donde todos son muy amigos. Cuando vieron que la casa se prendía fuego, trataron de entrar, pero no pudieron por el humo”, relató conmovido.
Leandro también contó que su madre y su hermana habían denunciado amenazas previas. “Hubo una clara intencionalidad, había ataques previos, amenazas y denuncias. Mi mamá y mi hermana tenían miedo”, afirmó el joven ante la prensa, y agregó que ambas eran mujeres “trabajadoras, humildes y queridas en el barrio”.
Sobre el momento del siniestro, el joven detalló que se enteró a través de una vecina: “Una mujer que conocía a mi mamá me llamó instantes antes de cenar. Al momento que arribé, el incendio ya estaba sofocado por los bomberos. Para mí fue un doble femicidio, pero no tengo ninguna sospecha”.
Otro testimonio clave fue el de Daniel, un vecino cuya cámara de seguridad registró un ruido de disparo minutos antes del incendio. “Tengo una cámara que registra el ruido de una detonación alrededor de las 22:30″, contó. “Hubo casi una hora entre ese estruendo y que se fue el motociclista. El incendio fue unos 10 minutos después. Mi hijo vio salir a una persona grande, pero no lo miró como sospechoso. Él ya declaró en la comisaría”, agregó el hombre.

Daniel también recordó que las víctimas vivían en el barrio desde hacía tres décadas y que no tenían conflictos conocidos. “Las fallecidas llevan 30 años viviendo acá. Ambas habían sufrido la pérdida del jefe del hogar, quien murió hace dos años de un cáncer fulminante. Las víctimas no andaban en nada raro, eran gente trabajadora, humilde y honrada”, aseguró.
El caso quedó a cargo del fiscal Jorge Viego, de la UFIJ N° 5 de Bahía Blanca, especializada en homicidios. El funcionario judicial ordenó declaraciones testimoniales a familiares y vecinos, además del levantamiento de rastros por parte de la Policía Científica y el análisis de las cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas.
También se solicitó el informe técnico de los bomberos, que deberá determinar cómo y con qué fue provocado el fuego, y si hubo uso de acelerantes como combustible. Fuentes cercanas al expediente no descartaron que el incendio haya sido una maniobra para borrar evidencias del crimen.
Mientras el barrio sigue conmocionado, Leandro pidió públicamente que el caso no quede impune: “Pido que se investigue todo. Mi mamá y mi hermana no merecían morir así. Tenían miedo, y nadie las protegió”.
La conmoción se extendió a toda Bahía Blanca, donde vecinos y colectivos feministas convocaron a una marcha bajo la consigna “Justicia por Miriam y Mariana”, en reclamo de respuestas urgentes y seguridad para las mujeres víctimas de violencia.