Una niñera fue detenida en las últimas horas acusada de asfixiar y golpear a un bebé que cuidaba en una vivienda particular. El aberrante hecho fue denunciado por allegados a la familia, luego de advertir lesiones visibles y signos de maltrato en el menor.
El caso, que ya se encuentra en manos de la Justicia, generó una profunda conmoción social por la brutalidad del acto y por los riesgos que enfrentan los niños cuando quedan al cuidado de adultos no debidamente verificados.
Según consta en la denuncia, la mujer fue contratada recientemente para el cuidado de un bebé. Sin embargo, a pocos días de comenzar su tarea, se la acusó de haber ejercido violencia física y un intento de asfixia sobre el niño.
Ante los indicios, familiares dieron aviso a las autoridades y el personal policial se presentó en el domicilio. Allí se procedió a la detención inmediata de la cuidadora, quien quedó imputada por lesiones graves y tentativa de homicidio.
El menor, por su parte, fue asistido por personal médico y se encuentra fuera de peligro, aunque continúa bajo observación clínica.
La fiscalía a cargo del caso ordenó peritajes forenses para determinar la gravedad de las lesiones y verificar si hubo episodios de violencia previos. También se tomaron testimonios a los padres del niño y vecinos, que podrían haber escuchado o visto situaciones sospechosas.
Además, se analiza la posible existencia de grabaciones de cámaras de seguridad dentro o fuera del domicilio que permitan reconstruir lo ocurrido.
Este episodio vuelve a poner en discusión la falta de controles y regulaciones estrictas sobre quienes trabajan en el cuidado domiciliario de menores. Diversas organizaciones ya se expresaron pidiendo la creación de un registro oficial de cuidadores, que incluya antecedentes penales y capacitaciones obligatorias.