
Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.
Redacción El País
Alicia López, la mujer policía de 28 años que se tiró desde un sexto piso con su bebé de dos meses en brazos, protagonizó en los últimos años de su vida diversos y constantes episodios de violencia intrafamiliar que la llevaron a denunciar al padre de su hija mayor, también funcionario policial que fue dado de baja y condenado con prisión hasta 2030 por abusos.
Fuentes policiales consultadas coincidieron, aunque sin brindar detalles, en señalar la dura historia personal que vivió la mujer y su familia en los últimos años.
Al momento, según supo El País, sus otras dos hijas —la de 12 años que logró zafarse y rescatar a su hermana de tres cuando su madre intentó arrojarse con ellas— están siendo monitoreadas por el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (Inau).
Por lo pronto, la decisión judicial es que no sean institucionalizadas. Se definió la entrega de su custodia a “referentes familiares”. Permanecerán con su tía, la hermana de la mujer que se suicidó, pero recibirán visitas periódicas de equipos de Inau, las cuales comenzaron el mismo sábado.
El objetivo es “ver cómo funciona la integración, el estado de las niñas y hacer alguna recomendación si consideran que corresponde”, señalaron a El País desde el organismo. Las menores también están siendo asistidas por el Centro de Atención a las Víctimas de Violencia y el Delito (Cavid) del Ministerio del Interior.
Pero más allá del caso personal y su trágico desenlace, el hecho volvió a poner sobre la mesa una preocupación que desde el colectivo policial se ha planteado con cada vez más fuerza a las autoridades de gobierno, tanto las presentes como a las anteriores: el flagelo de los problemas de salud mental que viven los funcionarios policiales.
En el comunicado divulgado por el Sindicato Policial Nacional (Sipolna), se volvió a denunciar “falencias en los protocolos de salud mental policial”.
“Pese a estar certificada desde hace tres años no recibió la atención ni el acompañamiento necesario. Los problemas relacionados con la salud mental afecta a toda la sociedad, pero quienes cuidan y protegen a la ciudadanía deben tener atención efectiva. La Policía no puede ser desatendida en un aspecto tan sensible”, expresó Sipolna.
En la misma dirección, el Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) exigió una vez más “cambios en materia de salud mental”.
“Cuántos policías más se tienen que quitar la vida para que el ministerio reaccioné y haga cambios sustanciales en salud mental. Hoy las políticas son insuficientes, todos los saben, la pregunta es quién le pondrá el cascabel al gato en un tema que no admite demoras”, cuestionó el colectivo de trabajadores.
En el caso de Alicia López, reconstruyó El País, estaba siendo tratada en el Hospital Policial. Un equipo de salud perinatal actuó al momento que la mujer tuvo a su segunda hija —hace tres años— y lo mismo ocurrió con la última, la bebé de dos meses que murió junto con ella. Este equipo está compuesto por psicólogos y psiquiatras, explicaron desde el departamento de Salud Mental.
Se reciben unas 50.000 consultas anuales
En lo que va del año, cinco funcionarios policiales se quitaron la vida. Esto representa el 1% del total de suicidios en Uruguay, que son 484. En los policías, se trata de un número que viene disminuyendo desde el año 2022, cuando se registraron 21 casos. En 2023 fueron 19 y el año pasado 16.
Según dijeron a El País fuentes del organismo, se estima que el Hospital Policial recibe unas 50.000 consultas anuales vinculadas a la salud mental. “Es una minoría la que pide ayuda, ya sea por prejuicios o temas culturales. Es un dato a nivel internacional”, dijo a El País el director del departamento, Enrique Smerdiner.
Se trata de casos en los que influyen varios elementos. Angustia, trastornos del sueño, problemas familiares y laborales son los tópicos más abordados por los profesionales de esta área, lo que se suma a «una estructura muy dura como es la policial», aseguró Smerdiner.
“Los casos de suicidio son complejos y no deben encerrarse en un único factor”, dijo durante una presentación de datos el pasado año el director de Sanidad Policial, Julio Rappa.
“A veces para la persona no es fácil identificar cuando tiene, por ejemplo, depresión. Es común que piense que es algo normal, que lo confunda con su forma de ser o con que está triste porque tiene algún problema”, explicó Smerdiner y alentó a los funcionarios a consultar.
Además, desmintió que en todos los casos de consulta por salud mental se retire el arma al policía. “No se le saca el arma por el hecho de consultar. Eso se hace solo en los casos en los que hay situación de riesgo”, aseguró.
El departamento de Salud Mental realiza actividades de prevención y talleres en todo el país. Además, cuenta con un mecanismo llamado “consejeros de pares”. Se trata de policías capacitados para actuar como nexo entre sus compañeros y los profesionales de la salud.
«Responsables, como sociedad y Estado»
Tras lo acontecido el pasado sábado, el presidente de la República, Yamandú Orsi, habló en Florida sobre la muerte de López y también el homicidio de Luna, la niña de 13 años asesinada por un militar retirado de 58 años que era su padre.
El primer mandatario calificó de “espantoso y terrible lo sucedido” y valoró que la salud mental y los suicidios es un problema nacional que “en alguna áreas de trabajo, concretamente en la Policía, hace tiempo se sabe que los índices son más preocupantes”.
“En este caso puntual hacía años que había una certificación médica. Y la pregunta que uno se hace es: ¿Qué tanto estaba el Estado atendiendo esta situación? ¿Qué tanto atendemos situaciones de desamparo y de violencia? Somos responsables, como sociedad y Estado”, opinó.
Por su parte, el ministro del Interior, Carlos Negro, convocó a una reunión de urgencia para este martes con el objetivo de obtener información detallada sobre lo acontecido, así como del seguimiento que se le estaba dando a la mujer en los últimos años. La idea del jerarca es también analizar medidas para evitar que situaciones similares se repitan.
Del encuentro van a participar autoridades de Sanidad Policial, de la dirección de Psiquiatría del Hospital Policial, de la Dirección Nacional de Políticas de Género y del Cavid.
“Lamentamos profundamente lo sucedido con nuestra agente y su pequeña hija. A su familia y compañeros nuestra solidaridad, sepan que no vamos a dejarlos solos. Estamos acompañando con los servicios de Cavid y Sanidad Policial y convocamos a una reunión urgente con nuestros equipos de salud mental y Dirección de Género para evitar que esto vuelva a suceder”, escribió Negro el sábado.