De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la demencia es un término que «representa varias enfermedades que afectan la memoria, el pensamiento, y la capacidad para realizar actividades diarias». Empeora con el tiempo y afecta principalmente a personas mayores, aunque no todas la padecen.
Si bien no hay cura para la demencia, el consumo moderado de huevos puede ayudar a reducir el riesgo de padecerla. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el huevo es «uno de los alimentos más nutritivos de la naturaleza».

Se realizó una investigación en 2024 llamada «Asociación entre el consumo de huevos y el riesgo de padecer Alzheimer en adultos mayores: Proyecto Rush sobre memoria y envejecimiento» y fue publicada por la revista científica de nutrición The Journal of Nutrition.
El cardiólogo español Aurelio Rojas analiza los resultados de la investigación, en la que se analizaron a mil personas de aproximadamente 82 años, y se llegó a la conclusión de que comer al menos un huevo a la semana reduce un 47% el riesgo de demencia.
La yema del huevo contiene un nutriente esencial llamado colina, similar a las vitaminas del grupo B. Por eso, el médico comenta que «nuevos estudios independientes sugieren que la colina puede disminuir el riesgo de demencia«, por lo que es importante consumir tanto la clara como la yema.
Qué beneficios aporta comer huevos a la salud
- Ayuda al cuerpo a funcionar correctamente: los nueve aminoácidos esenciales para el cuerpo están presentes en el huevo. Sus proteínas son libres de grasas, representan el 10% de las recomendaciones proteicas diarias para un adulto y el 30% para los niños.
- Beneficia la salud cardiovascular: estudios revelan que el consumo moderado de huevo no eleva el colesterol malo en personas con buena salud. Sus ácidos grasos omega-3 ayudan a regular los niveles de triglicéridos en sangre. Sus nutrientes también contribuyen a mantener estable la presión arterial.

- Fortalece el sistema inmunológico: los huevos son una fuente natural de vitaminas A, D, E y varias del complejo B, cruciales para el metabolismo energético, la función nerviosa y la salud celular. Contienen selenio, un oligoelemento que actúa como antioxidante y es esencial para proteger al organismo de infecciones.
- Promueve la salud ocular y previene enfermedades visuales: en la yema están presentes dos compuestos orgánicos conocidos como luteína y zeaxantina, que actúan como protectores naturales de la retina. Se encargan de filtrar los rayos dañinos de la luz azul, además de que previenen las cataratas y degeneración macular. Algunos estudios los comparan con el efecto antioxidante de los suplementos vitamínicos para los ojos.
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