Los Mossos d’Esquadra celebraron ayer en Barcelona el acto central de la policía catalana, con la asistencia del president de la Generalitat, Salvador Illa, que cerró la ceremonia con una intervención con mensajes claros. Que no permitirá la descoordinación entre administraciones ni entre distintas policías que favorezca la inseguridad; que no habrá ni un solo barrio ni ciudad desprotegida y que en Catalunya “quien la hace la paga”, advirtiendo de que “no habrá impunidad”.
Más de mil personas llenaron el auditorio del Fòrum en una jornada en la que se premia y reconoce el trabajo de policías e integrantes de otros colectivos e instituciones que trabajan día a día con los agentes.
Más de mil personas ovacionan en pie al comisario Xavier Gámez, enfermo de ELA
Más allá de las intervenciones, la del comisario jefe Miquel Esquius, la consellera de Interior, Núria Parlon e Illa, el acto tuvo de banda sonora los aplausos y vítores emocionados de los familiares de los condecorados. Con una mención especial para los cinco integrantes de cuatro patas de la unidad canina que subieron al escenario con sus guías policiales y que formaron parte del contingente que se desplazaron a Valencia tras la Dana para participar en las labores de búsqueda de desaparecidos por las riadas.
Illa reconoció el “orgullo” que siente cada vez que entra en una comisaría y ese sentimiento de sentirse “protegido” cuando se cruza con una pareja de mossos. El president recordó que la policía de la Generalitat es próxima, es cercana y está integrada por servidores públicos que en su día eligieron uno de los oficios más nobles “servir para mejorar la vida de la gente”.
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Illa admitió que vivimos en momentos de incertidumbre que no nos tienen que desviar de la “seguridad y confianza” que generan entre otros los Mossos. Dijo el president que la ciudadanía, a través de sus alcaldes, pide más policías, más mossos en cada una de las visitas que realiza. “Eso quiere decir que donde hay mossos hay mejor vida”, para insistir en la reivindicación de una plantilla de 25.000 mossos. Y advirtió que no dejará ni un barrio, ni una ciudad desatendida en materia de inseguridad. En seguridad no hay mejor camino que el de la colaboración, entre administraciones y la justicia, dijo y añadió que no permitirá la falta de coordinación.
En su intervención, la consellera admitió las carencias que sufren los Mossos, con los que se comprometió a mejorar sus condiciones de trabajo y de seguridad. La plantilla crece año tras año y las instalaciones se han quedado pequeñas, dijo.
El momento más emotivo del acto fue el reconocimiento al comisario Xavier Gámez Martín, enfermo de ELA y que fue ovacionado por el millar de personas que llenaban el auditorio.