Susana Majuelos
La escena la sufrió un taxista en Barcelona en la Ronda Guinardó y quedó registrada por la cámara instalada en el propio vehículo. En las imágenes se observa cómo tres jóvenes aparecen de la nada y uno de ellos toma carrerilla para lanzarse de lleno contra el parabrisas delantero, en un intento desesperado por romperlo y forzar al conductor a salir.
Al comprobar que el cristal resiste, los atacantes prueban entonces con la puerta del conductor. La empujan y tiran de la manilla, pero el taxista ya había echado el pestillo y se mantiene dentro del coche, evitando así que puedan acceder al interior. Ante el fracaso de su objetivo, los agresores emprenden la huida proliferando insultos al taxista.
Aunque la secuencia dura apenas unos segundos, refleja la tensión del momento y la vulnerabilidad con la que trabajan muchos profesionales del taxi. Gracias a la sangre fría del conductor, que permaneció dentro del vehículo y con las puertas bloqueadas, el asalto no llegó a consumarse.
El ‘modus operandi’ de los ataques varía en función del perfil de los asaltantes
No obstante, este episodio se suma a otras agresiones a taxistas y conductores de VTC en la ciudad que viven situaciones al límite cada día. Según Romà Llort, portavoz de l’Associació VTC-Gran Turisme de Catalunya, ha habido un aumento notable de incidentes violentos hacia estos profesionales en Barcelona especialmente en el último año y reclama más medidas de protección y presencia policial en puntos conflictivos como la Terminal 1 del Aeropuerto o en la Estació de Sants.
El modus operandi varía en función de los atacantes y los taxistas están resignados a ver diariamente desde pequeños robos por despiste hasta bandas organizadas que dirigen verdaderas operaciones con comunicaciones. “En los hoteles es muy frecuente bajar para sacar el equipaje del maletero y que aprovechen el momento para robar”, explica Jesús Aranda, taxista barcelonés. Ante la desprotección de los profesionales del taxi, la comunicación y colaboración entre los mismos compañeros resulta ser la medida defensiva ante esta situación cada vez más habitual y peligrosa.