El triple crimen narco de Florencio Varela, que conmocionó al país y sigue revelando nuevos detalles semana a semana, volvió a estar en el centro del debate luego de las declaraciones de Estela, la madre de Lara Gutiérrez, una de las tres víctimas del caso. En un testimonio cargado de emoción y enojo, la mujer desmintió la versión que circuló en los últimos días sobre un supuesto robo de drogas que habría motivado los asesinatos.

“Si hubiesen robado droga o algo ¿cómo se van a subir (a la camioneta blanca que las llevaría a una fiesta sexual a cambio de dinero) por 300 dólares con toda la cantidad de plata que supuestamente dicen que falta? No entiendo. Porque si tendrían eso, tendrían que tener plata las chicas. No es necesario que se vayan de fiesta por 300 dólares. No hay ni una lógica”, expresó Estela en diálogo con El Nacional de Matanza.
A su lado, otra de sus hijas intervino para corregir una afirmación que circuló desde el comienzo del caso: “De fiesta no, fueron a trabajar las tres”, dijo con firmeza, buscando despejar las versiones que vinculan la salida de las jóvenes con una supuesta propuesta para divertirse o participar en un evento.
La madre, visiblemente afectada, continuó: “Sí, se fueron a trabajar las tres supuestamente por 300 dólares y acá no sé, no entiendo yo tampoco de esto, de este tema, pero eso de que compraron autos, motos es mentira… Yo ando con la sube para todos lados y con lo que me ayuda la gente trato de estirarlo lo que más puedo. Por suerte está mi familia y la gente que me apoya en este sentido”, agregó con tono de resignación y dolor.
La hipótesis de un supuesto robo millonario
Las palabras de Estela fueron una respuesta directa a la hipótesis que cobró fuerza la semana pasada, cuando el abogado Guillermo Endi, defensor de Lázaro Víctor Sotacuro y Florencia Ibáñez, deslizó que el trasfondo del triple femicidio fue una venganza narco por el robo de un cargamento de 400 kilos de cocaína, valuado en millones de dólares.

El periodista Paulo Kablan, en televisión, relató cómo habría ocurrido aquel presunto robo:
“El abogado contó que el móvil del crimen serían 400 kg de cocaína robada. Es un montón… La historia es así. Una de las chicas, la menor, Lara, de 15 años, tiene un noviecito fuera de la villa pero con vinculación delictiva con una banda de narcomenudeo y ella tiene relación también por su actividad con otro integrante de otra banda dentro de la villa”, explicó el panelista de Telefe.
De acuerdo con esa versión, la adolescente habría sido el nexo entre dos grupos narcos. “En uno de esos días que está con este segundo personaje, ve que en el lugar había un cargamento importante de cocaína y se lo cuenta a su noviecito de afuera y le dice: ‘ayúdame, marcame el lugar’. Él le dijo: ‘Dale alguna pastilla para que se duerma’”, detalló Kablan sobre la supuesta maniobra.

La historia, que para los investigadores encaja dentro de una lógica de venganza mafiosa, fue rechazada por la madre de Lara, quien reconoció las actividades en la calle que hacía su hija a cambio de dinero pero aseguró que esta no tenía relación con el mundo del narcomenudeo ni con actividades delictivas.
Para Estela, la versión del robo no solo no tiene sentido económico, sino que además desvirtúa el perfil de las tres jóvenes, que —según su relato— fueron engañadas bajo la promesa de un trabajo sexual que nunca existió.

Las declaraciones de la mujer aportaron una mirada diferente y humana dentro de una causa marcada por la violencia, el narcotráfico y las contradicciones entre las versiones oficiales y los testimonios familiares. En medio del dolor, Estela pidió respeto y claridad en la investigación.
Mientras tanto, Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, señalado como autor intelectual del crimen, sigue detenido en Perú a la espera de su extradición a la Argentina.
El triple femicidio de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) sigue bajo investigación, pero las palabras de Estela abrieron un nuevo capítulo: el de una madre que, más allá del horror, busca defender la memoria de su hija y poner en duda las versiones que intentan justificar lo injustificable.