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Rafael Hermida Stefani | Montevideo
@|Ante el reclamo del enorme incremento de las compras al exterior, principalmente a TEMU, el Gobierno responde anunciando dos medidas: gravar las compras (excepto las de origen EE.UU.) con el 22% de IVA e incrementar el valor que se permite comprar por año por persona.
Parecería que la primer medida está destinada a limitar las compras, mientras que la segunda tendría el efecto contrario. Son dos medidas contradictorias, si el objetivo es limitar tales compras.
El autor lo que deduce es que ambas van en el mismo sentido, que es el de aumentar la recaudación aprovechando la mayor demanda.
Es decir, la medida está destinada solo a beneficiar la recaudación de impuestos.
En efecto, se grava lo que hoy está exento al tiempo que se amplía la base de recaudación con un volumen mayor de compra por persona y por año.
Frente a los precios ridículamente bajos que ofrece TEMU, el IVA aplicado no desestimulará a nadie que quiera comprar. El problema sigue siendo el mismo para los oferentes nacionales, pero el Estado recaudará más.
Un Estado que solo mira su ombligo.
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