Incendio y explosión en Ezeiza: «Hizo temblar las ventanas y hasta el suelo», el relato del susto que pasaron los vecinos

El día después del impactante incendio y explosión en el polo industrial de Ezeiza, que este viernes por la noche dejó más de 20 heridos y provocó graves daños, los vecinos y vecinas que viven a no más de tres kilómetros de distancia de la zona de desastre siguen sin sorprendidos -el susto inicial ya parecería haber quedado atrás- y coinciden en que se trató de algo nunca antes visto.

«La explosión hizo temblar las ventanas y hasta el suelo. Mi papá pensó que había explotado un avión pero cuando salí afuera y vi de dónde venía el humo, me di cuenta que era la planta de químicos», contó Claudio a Clarín, que este sábado recorrió los barrios más próximos lugar del hecho.

«Al principio salimos todos los vecinos y los Bomberos nos dijeron que nos quedemos en nuestras casas. También nos dieron la indicación para cerrar puertas y ventanas. Al rato empezaron a caer restos del incendio en el patio», relató.

Sebastián es dueño de un local de venta de accesorios de celulares ubicado en la calle Jujuy al 200 de Carlos Spegazzini, partido de Ezeiza, a unos 2,5 kilómetros del lugar del incendio. “Se corto la luz y exploto todo”, recuerda y describe que en ese momento sintió como «una expansión de calor”.

Los daños que provocó la onda expansiva en el local de Sebastián. Foto: Matías Martin Campaya.

“Estuvo bravo. Nos asustamos. Nunca pasó y nunca estuve cerca de una explosión”, relata y cuenta que la onda expansiva «en casa rompió los vidrios” también el “vidrio grueso en el local”.

Ludmila, en tanto, contó que ella también sintió “una ola de calor”, luego escuchó la explosión y en un primer momento creyó que se trataba a de «un local que vende garrafas”.

Ludmila y su pareja creyeron inicialmente que habían explotado garrafas. Foto: Matías Martin Campaya.

Alberto, otro vecino, dijo que estaba junto a su esposa y que la explosión los hizo “saltar del asiento” y que pensó que había ocurrido en un supermercado cercano donde también venden garrafas.

Esta mañana, ya no se veía el humo a la distancia ni se oían las sirenas de los bomberos, pero los vecinos seguían reunidos en la vereda, comentando lo sucedido, al tiempo que los comerciantes procuraban reparar los daños de sus locales para retomar la actividad.

Martín, dueño de una carnicería, estaba en su local cuando ocurrió el hecho y al advertir que explotaron los vidrios pensó que había sido “un piedrazo”, aunque enseguida vio el humo y escuchó las sirenas.

Pablo, a su vez, reside en las inmediaciones y relató que la explosión no solo le reventó los vidrios, sino que le “rajó” una pared de la casa.

Sigue el operativo

Más allá de la aparente calma que retornó al barrio, el operativo para contener el incendio en el polo industrial reducido a hierros retorcidos continuaban este sábado por la tarde.

Según pudo saber Clarín, más de 900 personas participaron de las tareas y rotaron en distintos turnos. También contaron con el apoyo de unas 70 dotaciones de bomberos.

En el lugar se desplegaron móviles de la Policía Federal y Bonaerense; ambulancias del SAME de la provincia de Buenos Aires y representantes de la Cruz Roja y de servicios sociales del Ministerio de Seguridad bonaerense.

Continúan las tareas de extinción del fuego. Foto: Matías Martin Campaya.

Al respecto, el director de Defensa Civil de la provincia de Buenos Aires, Fabián García, precisó que unas 500 personas trabajaban este sábado para contener el fuego y puntualizó que el operativo va a continuar por 48 horas más.

«No estamos frente a una nube tóxica, ni humo que represente una peligrosidad para la sociedad civil”, aclaró, pero advirtió que “hay partículas suspendidas en el aire, que son muy pequeñas y no tenemos capacidad de verlas, y que si tenemos una exposición continuada pueden tener alguna afectación”.

“Para la población, a medida que pasen las horas del día y el viento aumente la velocidad, se va a disipar el humo más fácilmente”, remarcó.

AA