Por Pedro Bussetti*
Vamos a explicar cómo se arma y se pondera el Índice de Precios al Consumidor (IPC) porque muchas personas sienten que el gasto y el costo de vida es mayor al informado por el INDEC. Tomamos los ponderadores de gasto según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2004 y 2005 para determinar qué porcentaje hace cada hogar en sus gastos. Para esto, se divide el gasto total del hogar en los doce rubros que miden la inflación.
Según la EPH, los hogares gastan el 23,44 por ciento de su ingreso en Alimentos y bebidas. Y acá surge la primera pregunta: de qué hogar y de qué ingreso hablamos. Para construir el IPC, se construye un indicador que, a nuestro criterio, no representa la situación de todos los hogares.
Por su parte, en el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles se consume el 10,46 por ciento del ingreso, pero, en realidad, el número es mucho mayor. En este apartado, electricidad y gas implican 2,54 por ciento.
Además, en mayo, los alquileres aumentaron 7,9 por ciento según el INDEC, pero esto no está reflejado en el indicador del IPC. Por eso, cuando analizamos estos componentes y la forma en que se mide el impacto de los precios, entendemos que no responde a la realidad.
En el caso del Transporte, su ponderación es de 11,59 por ciento de gasto. Pero, según el INDEC, aumentó solo 0,4 por ciento en mayo. De hecho, el transporte, en Capital Federal y Gran Buenos Aires, aumentó 5,9 por ciento.
Todas estas cosas son las que entendemos que hay que revisar y por lo que vemos que la inflación del INDEC no refleja el impacto en el bolsillo. La única excepción es cuando los aumentos en los alimentos bajan, ya que su incidencia en la EPH es muy alta.
*Titular de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO)