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viernes, febrero 28, 2025

Índice de Democracia: en qué puesto se ubica Argentina a nivel mundial y por qué tiene un sistema «defectuoso»

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El Índice de Democracia, elaborado por The Economist año a año, ubicó a la Argentina en el puesto 54 de un ranking de 165 países en 2024, la definió con una «democracia defectuosa» y exhibió un retroceso de los procesos democráticos en todo el mundo y, en consecuencia, un crecimiento de los regímenes tendientes al autoritarismo.

Este indicador proporciona una radiografía del estado de la democracia a nivel global. El método de calificación es del 0 al 10 y se basa en cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, cultura política y libertades civiles. A partir de ese análisis, cada nación se clasifica en uno de los cuatro tipos de sistema político: «democracia plena», «democracia defectuosa», «régimen híbrido» o «régimen autoritario».

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Argentina: democracia «defectuosa» en tercio de tabla

En cuanto al caso argentino, los autores del reporte calificaron al país como una democracia defectuosa en la que Javier Milei «buscará fortalecer la posición de su gobierno en el Congreso en las elecciones de medio término de octubre». «Si logra cumplir con las expectativas en cuanto a la economía y los niveles de vida, la confianza pública en el gobierno podría mejorar, pero los riesgos son numerosos«, apuntaron en el apartado de las perspectivas para 2025.

Por otra parte, los analistas consignaron que las divisiones partidarias en América Latina y el Caribe se intensificaron en los últimos años como reflejo del creciente alcance de las plataformas de redes sociales, que «tienden a amplificar la polarización al utilizar algoritmos para reforzar los sesgos y crear cámaras de eco«.

«Las divisiones partidarias e ideológicas se intensificaron durante el primer año de mandato del presidente libertario de Argentina. Milei, un político ajeno al sistema cuyo influencia fue amplificada por las redes sociales, fue elegido con una plataforma fuertemente anti-establishment», expresaron.

A la vez, desde The Economist plantearon que como cabeza del Poder Ejecutivo, el líder de La Libertad Avanza «continuó atacando a los medios de comunicación y a figuras políticas de la oposición, lo que ha acentuado la polarización política y ha tenido un efecto intimidatorio sobre las voces disidentes».

«Los mejores resultados en el respeto a la propiedad privada y un mayor nivel de confianza en el gobierno han compensado parcialmente la disminución de las puntuaciones en el índice relacionadas con la libertad de expresión y los medios», acotaron.

Índice de Democracia de The Economist

Respecto al desempeño argentino en cada categoría, sumó 9,17 en proceso electoral y el pluralismo; 5 en funcionamiento del gobierno; 6,11 en participación política; 3,75 en cultura política; y 8,53 en libertades civiles. Con estas cifras, el país llegó a un promedio de 6,51.

La democracia se degrada a nivel mundial

Los resultados del sondeo arrojan que la democracia representativa no está funcionando para un gran número de ciudadanos en todo el mundo. De hecho, en 2024, cuando los países habitados por más de la mitad de la población mundial acudieron a las urnas, el descontento popular con la performance de los oficialismos se expresó un creciente apoyo a los insurgentes populistas.

«Si bien las autocracias parecen estar ganando fuerza, como lo demuestra la tendencia del índice desde 2006, las democracias del mundo están luchando», señaló Joan Hoey, directora del Índice de Democracia, acerca del avance de los autoritarismos.

«Las causas de esta prolongada recesión de la democracia son complejas. En el informe de este año, discutimos los factores que han alimentado la insatisfacción popular con los sistemas políticos democráticos durante las dos últimas décadas, lo que ha dado lugar al ascenso de insurgentes políticos como Donald Trump, Nigel Farage, Javier Milei y Marine Le Pen. Si los insurgentes llegan al poder y no logran mejorar la gobernanza ni generar mejoras tangibles para los ciudadanos, existe el riesgo de que el descontento y la polarización política crezcan«, sumó Hoey.

En tanto, solo una minoría de países (37) mejoró su puntuación respecto a 2023, y el nivel de mejora para la mayoría fue chico y desde una base de comparación baja. 83 naciones experimentaron una disminución en su puntuación, mientras que 47 -entre ellas Argentina- se mantuvieron igual. En concreto, en 130 de 165 países, la democracia empeoró o no mejoró.

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Al mismo tiempo, la cantidad de estados caracterizados como democracias se redujo en 3, quedando en 71. Además, la puntuación general descendió de 5,23 a 5,17 en un año. La regresión del indicador no estuvo impulsada por los esquemas democráticos sino por un empeoramiento de los puntos de los regímenes autoritarios. Esta tendencia parece confirmar que este tipo de administraciones tienden a profundizar su autoritarismo en sangre con el poder de los años. Las categorías más degradadas fueron el funcionamiento del gobierno y el proceso electoral y el pluralismo.

«La inclinación de los gobernantes autocráticos no es satisfacer las aspiraciones populares de cambio democratizando aspectos de sus sistemas políticos, sino cavar más hondo y reprimir más fuertemente cualquier signo de disidencia. También parece que están aprendiendo unos de otros sobre la mejor manera de protegerse y neutralizar a la oposición», alertó el documento de The Economist.

Según el estudio, más de un tercio (39,2%) de la población mundial vive bajo régimen autoritario, una proporción que aumentó de forma significativa en los últimos años. 60 países están clasificados como “regímenes autoritarios”, un aumento de uno en comparación con el índice de 2023, y un aumento respecto a los 52 de hace una década en 2014.

Un dato preocupante sobre la medición es que menos de la mitad de la población mundial vive en una democracia de algún tipo (45%), en comparación con el 48% en 2014. Asimismo, solo el 6,6% reside en una “democracia plena”, frente al 12,5% una década atrás. Desde entonces, Estados Unidos y otros países que figuraban entre los primeros puestos terminaron degradados a la categoría «democracias defectuosas».

A modo de cierre, se enumeran las naciones más democráticas del mundo:

  • Noruega
  • Nueva Zelanda
  • Suecia
  • Islandia
  • Suiza
  • Finlandia
  • Dinamarca
  • Irlanda
  • Países Bajos
  • Luxemburgo

MFN / Gi

Redacción

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