La visión de Carlos Berninger, propietario de Carber SRL con sede en Eldorado, deja en claro que el sector foresto-industrial tiene el potencial y la capacidad técnica para crecer en los mercados internacionales. Sin embargo, el entorno macroeconómico y logístico de la Argentina representa una barrera que solo podrá superarse con políticas públicas orientadas a cambios estructurales y de impacto de largo plazo.
Berninger señaló en la entrevista con Visión Misionera que, en 2024, las exportaciones con valor agregado como es el caso de las molduras de pino –principal producto que comercializa-, registraron un aumento hacia Estados Unidos en comparación con el año anterior.
Sin embargo, los precios internacionales permanecieron estables, y el verdadero impacto para los exportadores argentinos provino de factores internos, como la inflación y el tipo de cambio.
«El inicio del año 2024 estuvo marcado por una devaluación que ajustó el tipo de cambio oficial, pero la inflación de más del 100% y una depreciación del dólar oficial de apenas 2% mensual complicaron el panorama. Esto llevó a que muchas PyMEs misioneras decidieran abandonar productos de bajo valor agregado y concentrarse en aquellos productos con mayores márgenes para sostener sus estructuras,» explicó Berninger.
Entre las barreras más importantes, remarcó los costos internos de logística y producción. «El flete a puerto, los gastos portuarios y los costos de despacho en Argentina son hasta cinco veces mayores que en Brasil, Chile o Uruguay. Esto deja a las empresas nacionales en clara desventaja competitiva,» sostuvo.
En cuanto a las estadísticas que marcan datos de “crecimiento” en volumen de las exportaciones de productos forestales, Berninger precisó que se debe analizar los números finos, ya que el impacto de los grandes actores en el mercado como Arauco y Acon Timber en la región, con sus operaciones a escala incrementaron los volúmenes totales de exportación: “Es esencial analizar los datos en detalle para identificar cómo les fue a las PyMEs del sector, para no generalizar y hablar de una reactivación exportadora que no es tal”.
Escenario complejo en 2025
Si bien mostró prudente para hacer predicciones al corto plazo, debido a la volatilidad de los mercados, tanto a nivel local como internacional, consideró que el 2025 estará condicionado por factores como los precios de los fletes, el espacio en buques y la situación global, como guerras o crisis, que pueden cambiar el escenario del comercio exterior semana a semana.
«En Argentina, el desempeño dependerá de cómo evolucione la competitividad de las exportaciones frente a la devaluación oficial, los costos de producción y los logísticos. Si bien las industrias están preparadas para atender los mercados más exigentes, la capacidad de competir estará muy atada a estas variables. Además, la devaluación de monedas en países competidores como Brasil permite que bajen sus precios, complicando aún más la posición argentina, que ya está al límite de la factibilidad en exportaciones”, planteó Berninger.
Las empresas forestales misioneras están preparadas para exportar, cuentan con equipamiento y experiencia, pero necesitan optimizar rendimientos y reducir costos fijos para resistir hasta que mejoren las condiciones. “Mantenerse en el mercado internacional no depende tanto de las empresas, sino de cómo el entorno económico y logístico se presente para rentabilidad del negocio”, planteó.
Entre las medidas que considera prioritarias, el especialista propuso la mejora de la infraestructura ferroviaria, la habilitación de bitrenes y la desregulación de monopolios en puertos y depósitos fiscales. Además, señaló la importancia de avanzar con la Hidrovía para reducir costos de transporte.
«No se trata de establecer medidas temporales, sino de reformas de fondo que permitan a las empresas competir en igualdad de condiciones,» concluyó.
CB: El 2024 fue un año mejor que el anterior para la exportación de molduras de pino, principalmente hacia Estados Unidos. Los precios se mantuvieron prácticamente iguales durante los 12 meses. Sin embargo, el impacto en los exportadores no estuvo determinado tanto por los precios en destino, sino por las condiciones cambiarias e inflacionarias de Argentina.
Comenzamos el año con una devaluación cercana al 25%, lo que ajustó el tipo de cambio oficial, pero este venía rezagado frente al dólar real que se manejaba en el gobierno anterior. Esto, combinado con una inflación superior al 100% y una devaluación mensual del 2%, obligó a muchas empresas a abandonar productos de bajo valor agregado y concentrarse en aquellos de mayor margen para mantener su estructura. El crecimiento en valores y volúmenes de exportación estuvo más ligado a la caída del mercado interno que a un aumento de la demanda externa.
¿Cómo fue la evolución de las exportaciones de madera en 2024?¿Fue el escenario favorable para la foresto-industria de Misiones?
VM: ¿Qué productos y destinos lograron mantenerse o incluso crecer en este contexto?
CB: Mi experiencia principal es con la exportación de molduras de madera a Estados Unidos, por lo que puedo hablar específicamente de este producto y mercado. En general, escuché que otros mercados y productos de madera bajaron en volumen y precios durante los últimos meses, pero no tengo datos precisos.
VM: ¿Cuáles son los principales problemas de competitividad que enfrenta Argentina para sostener la exportación internacional?
El mayor problema está en los costos logísticos internos: flete a puerto, consolidación, gastos portuarios y de despacho. Estos costos son hasta cinco veces mayores que en países competidores como Brasil, Chile y Uruguay. Las industrias argentinas, puertas adentro, son competitivas y están en condiciones de participar en cualquier mercado, pero los costos logísticos nos ponen en desventaja.
VM: ¿La participación de grandes jugadores como Acon Timber o Arauco afecta las estadísticas de exportación del sector?
CB: Sin dudas. Los resultados de las estadísticas pueden ser muy útiles, pero también engañosos si no se analizan correctamente. Empresas como Arauco y Acon Timber tienen un peso significativo en los volúmenes totales de exportación, lo que puede distorsionar los resultados. Por ejemplo, el crecimiento en volúmenes respecto al año pasado puede atribuirse en gran parte a la incorporación de Acon Timber como actor importante.
Sería importante desglosar los datos por tamaño de empresa o tipo de producto para evaluar cómo están realmente las PyMEs del sector. Este análisis permitiría tomar decisiones más informadas y orientar recursos donde más se necesiten.
VM: ¿Qué perspectivas tiene el mercado para 2025?
CB: Es difícil hacer predicciones debido a la volatilidad de los mercados, tanto a nivel local como internacional. Factores como los precios de los fletes, el espacio en buques y la situación global, como guerras o crisis, pueden cambiar el panorama semana a semana.
En Argentina, el desempeño dependerá de cómo evolucione la competitividad de las exportaciones frente a la devaluación oficial, los costos de producción y los logísticos. Si bien las industrias están preparadas para atender los mercados más exigentes, la capacidad de competir estará muy atada a estas variables.
Además, la devaluación de monedas en países competidores como Brasil permite que bajen sus precios, complicando aún más la posición argentina, que ya está al límite de la factibilidad en exportaciones.
VM: ¿Qué deberán hacer las empresas para mantenerse en el mercado internacional?
CB: Las empresas están preparadas, cuentan con equipamiento y experiencia, pero necesitan optimizar rendimientos y reducir costos fijos para resistir hasta que mejoren las condiciones. No depende tanto de ellas como del entorno económico y logístico.
VM: ¿Qué medidas debería adoptar el gobierno nacional para favorecer las operaciones de los exportadores de madera?
CB: El gobierno debería enfocarse en mejorar la competitividad logística. Es fundamental poner en marcha la Hidrovía, eliminando las restricciones al uso de barcazas de bandera extranjera, lo que reduciría costos sustancialmente. También es necesario mejorar la infraestructura ferroviaria y habilitar el uso de bitrenes en las rutas principales hacia los puertos.
Además, habría que desregular los monopolios en puertos, depósitos fiscales y aduanas, ya que los sobrecostos asociados a estas áreas impactan directamente en la competitividad. No se trata de medidas temporales, sino de cambios estructurales que reduzcan costos de forma sostenible.
AF