La Academia Sueca anunció que el escritor húngaro László Krasznahorkai (71) es el nuevo ganador del Premio Nobel de Literatura 2025 por su “obra visionaria y profundamente humana que explora la fragilidad del mundo contemporáneo”.
El reconocimiento lo coloca en el centro de la escena literaria global y la noticia tiene un impacto directo en la Argentina: sus novelas se publican exclusivamente en el país a través de Sigilo, una pequeña editorial independiente con sede en Buenos Aires que, contra todo pronóstico, acaba de entrar en la historia grande de la literatura mundial.
El autor, considerado uno de los narradores más desafiantes y singulares de Europa, recibirá el prestigioso galardón dotado con 11 millones de coronas suecas (unos 1,2 millones de dólares), además de la tradicional medalla de oro y el diploma oficial.

La palabra de uno de los fundadores de Sigilo, la única editorial argentina que apostó por László Krasznahorkai
Mientras las grandes editoriales internacionales se disputan catálogos de renombre, en la Argentina fue una pequeña editorial —Sigilo— la que apostó por Krasznahorkai hace casi una década, cuando aún era un secreto literario para pocos.
“Nunca pensé que iba a editar a un Premio Nobel. Esto no le pasa prácticamente a nadie”, reconoció a medios Maximiliano Papandrea, uno de los fundadores del sello, aún sorprendido por la repercusión mundial de la noticia, según señala El economista.

Sigilo tiene apenas diez años de vida y funciona dentro de una distribuidora de libros en Buenos Aires. Desde ese pequeño espacio editorial ahora emergen los títulos del Nobel 2025: El último lobo y Al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río forman parte de su catálogo, al que pronto se sumarán nuevas reediciones frente a la creciente demanda de lectores.
Ante el golpe de suerte literario que puso a su catálogo en el centro del mundo, el editor argentino expresó: «En general, estas cosas les pasan a las grandes editoriales, no a sellos chicos como el nuestro«.
Sobre esa línea, explicó que se interesó por el autor húngaro «porque su literatura era muy original, intensa y absolutamente fuera de lo común».
Quién es László Krasznahorkai, el Nobel húngaro que reinventó la oscuridad literaria
Nacido en 1954 en Gyula, un pequeño pueblo del este de Hungría, László Krasznahorkai comenzó a escribir bajo la opresión del régimen comunista. Estudió derecho y luego filología húngara, mientras desarrollaba sus primeras historias como un ejercicio de supervivencia existencial.
Su debut literario llegó en 1985 con Tango satánico, una novela devastadora y visionaria ambientada en una aldea rural en descomposición. El libro fue adaptado al cine en 1994 por Béla Tarr, con quien formaría una dupla icónica del cine de autor europeo —colaboraron también en Melancolía de la resistencia, que inspiró la monumental película Armonías de Werckmeister—.

Dueño de un estilo inconfundible —con frases larguísimas que pueden extenderse por páginas enteras— Krasznahorkai propone una literatura que exige, incomoda y transforma. Sus novelas no buscan entretener: buscan revelar aquello que el mundo intenta ocultar. No teme hablar de lo inevitable: el derrumbe moral, el fin de las certezas, la soledad del hombre moderno y la fragilidad del orden social.
Su obra trascendió rápidamente las fronteras de Europa del Este. Publicó en editoriales de Alemania, Francia, España, Inglaterra y Estados Unidos, donde autores como Susan Sontag lo definieron como “el escritor más extraordinario de nuestro tiempo”.
Entre sus obras más celebradas se encuentran:
- Tango satánico (1985)
- Melancolía de la resistencia (1989)
- Guerra y guerra (1999)
- El barón Wenckheim vuelve a casa (2016) —ganadora del Premio Nacional de Literatura en EE.UU.
Además, sorprendió al mundo con una novela escrita en una sola oración: «El último lobo», que lo consagró como un alquimista del lenguaje.