En Bariloche, “Misión Ciencia: El rescate del huillín que tuvo que huir ¡Una aventura del CONICET Patagonia Norte!” convocó a la comunidad a vivir una experiencia inmersiva y participativa para abrir las puertas de este Centro Científico Tecnológico y compartir con el público el trabajo científico que se desarrolla en la región. Este evento invitó a explorar la ciencia de manera colectiva, vinculada con el cuidado del ambiente y la comprensión conjunta de cómo las personas cohabitan con otras especies, en esta oportunidad, con el huillín -una nutria nativa en peligro de extinción y emblema del Parque Nacional Nahuel Huapi-. Además, “Misión Ciencia” quedará abierto para escuelas de la región donde se esperan decenas de estudiantes, de primaria y secundaria.
Este proyecto de Comunicación Pública de la Ciencia fue diseñado para despertar la curiosidad, las vocaciones científicas, el trabajo en equipo y el pensamiento científico a través del juego. El público tuvo que resolver acertijos, rompecabezas y desafíos inspirados en las investigaciones, las metodologías científico-tecnológicas y el trabajo interdisciplinario que caracteriza a su comunidad científica.
Quienes se acercaron a la “Misión Ciencia” se encontraron con un desafío donde el eje fue la Educación Ambiental. Un espacio transformado en lugar de exploración con estaciones interactivas, pistas escondidas entre microscopios y mapas, y con científicos y científicas que guiaron a los y las participantes a hacerse preguntas, conocer y resolver enigmas con las herramientas cotidianas de la ciencia.
María Celeste Ratto, directora del CCT CONICET Patagonia Norte, expresó que esta experiencia “fue impresionante, ver la fascinación de chicos y grandes, que vieron de cerca cómo es hacer ciencia y que los asombre fue hermoso. Además, aprendimos todos sobre cómo convivir de mejor forma con el huillín en el Parque Nacional Nahuel Huapi”. Y agregó: “Compartimos lo que hacemos para cuidar y mejorar nuestros territorios. Superó ampliamente los objetivos que nos propusimos, interactuar con la comunidad y popularizar la ciencia”.
Para el grupo de investigadores, “Misión Ciencia” fue una oportunidad para compartir el conocimiento de otra manera: “El desafío del huillín fue una excelente oportunidad para que la comunidad de Bariloche pueda acercarse a la ciencia desde un lugar distinto, con el juego y la exploración, usando todos los sentidos”, sostuvo la investigadora Florencia Bechis del IIDyPCa (CONICET-UNRN). Y aseguró que el armado de la propuesta, “permitió fortalecer nuestros vínculos dentro de la comunidad científica, ya que participamos personas que desarrollamos diferentes tareas dentro del sistema científico de nuestra zona, el cual está conformado por un interesante entramado que incluye actividades de investigación, comunicación, administración, apoyo técnico, vinculación, conservación, docencia, entre otros”.
Por su parte, el investigador del CONICET Luciano Marpegan reflexionó que “fue un proceso interesante y original. Desde lo personal, me encanta la divulgación científica y lo considero parte de mi trabajo”. Asimismo, destacó la relevancia de la conservación del huillín, “es una especie que está al borde de la extinción, sólo quedan 250. Por eso es fundamental hacer estas actividades, llevar el mensaje de cohabitar con el huillín al público en general. Contarles lo que sabemos es una experiencia alucinante y muy satisfactoria”.
Ciencia y educación
Desde el ámbito educativo, pusieron en valor la iniciativa por su aporte al aprendizaje y la curiosidad científica, la docente Vanesa Velásquez de la escuela primaria N°267 (Bariloche) indicó: “A los chicos les gusta mucho la parte de la investigación y sobre todo cuando es didáctico. Como vimos que eran juegos, propuestas lúdicas, nos anotamos enseguida para venir. Previo estudiamos sobre los Parques Nacionales, las áreas protegidas y, exclusivamente, el emblema del Parque Nacional Nahuel Huapi, el huillín. Los vi muy bien, divertidos y contentos”.
La propuesta fue desarrollada por un equipo interdisciplinario de científicos, comunicadores, artistas y otros trabajadores de la ciencia que conforman el CONICET Patagonia Norte. Durante meses diseñaron cada detalle de este recorrido para convertir a la ciencia en una actividad compartida.
Esta iniciativa se armó en colaboración con integrantes del Área de Conservación del Parque Nacional Nahuel Huapi, con quienes se trabaja de forma articulada, y también de forma multidisciplinaria con el personal de todos los institutos que conforman el CCT CONICET Patagonia Norte: INIBIOMA e IPATEC (CONICET-UNCo), IRNAD e IIDyPCa (CONICET-UNRN), INN (CONICET-CNEA), IFAB (CONICET-INTA), CIEMEP (CONICET-UNPSJB) y especialistas del CONICET en el CAB de la CNEA.
A su vez, hubo stands, charlas de divulgación científica, espacios interactivos y una acción sustentable con una cooperativa, “Jóvenes por Bariloche”, para fomentar el reciclado de residuos.






