El rival de Peñarol por octavos de Copa Libertadores ya comenzó el Clausura de la Liga Profesional Argentina; cayó en la hora por una jugada insólita que protagonizó su goleador y figura, Adrián «Maravilla» Martínez.
Foto: @RacingClub.
Redacción El País
La actividad oficial del segundo semestre del año comenzó este fin de semana en Argentina con la primera fecha del Torneo Clausura de la Liga Profesional 2025, por la que Racing Club de Avellaneda —rival de Peñarol por octavos de final de la Copa Conmebol Libertadores— recibió el sábado en su Estadio Presidente Perón (Cilindro) a Barracas Central.
Y tras un polémico final del partido, el visitante se llevó los tres puntos por una jugada que pasó de ser gol de la Academia a penal y gol agónico del Guapo, con Adrián «Maravilla» Martínez como principal protagonista de una doble incidencia insólita.
Más allá del dominio de Racing durante el desarrollo del partido y las ocasiones que tuvo para abrir el marcador, no encontró el gol sino hasta los 94′ de juego cuando Maravilla Martínez cabeceó un centro frontal a espaldas de los defensas y colocó la pelota contra el palo.
El Cilindro explotó por el festejo de gol agónico que significaba tres puntos, pero el VAR a cargo de José Carreras hizo su revisión y advirtió al árbitro Nicolás Lamolina sobre un detalle al inicio de la jugada.
El árbitro principal se acercó a la pantalla para revisar la incidencia en medio de un clima caliente entre protestas de parte de Racing, que terminaron con la expulsión del entrenador Gustavo Costas.
Lo que advirtió en la repetición fue que, segundos antes de cabecear al gol en el área rival, el propio Adrián Martínez mientras defendía en su área le cometió penal a Facundo Buera intentando rechazar la pelota. La jugada continuó, Racing salió de contragolpe y Maravilla terminó definiendo en el otro extremo de la cancha.
No obstante, aunque no hubiera sido penal, Martínez estaba milimétricamente adelantado y su gol hubiera sido anulado de cualquier forma.
Recién a los 103′ minutos se pudo ejecutar el penal y Rodrigo Insúa, hijo del DT de Barracas Rubén Darío Insúa, lo cambió por gol agónico y tres puntos para el Guapo de visitante.
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