
Las consultas médicas en México y América Latina suelen ser breves, condicionadas por la coexistencia de diversos sistemas de registro y una carga documental significativa. El tiempo que las y los profesionales de la salud dedican a llenar formularios y gestionar expedientes reduce, con frecuencia, el espacio disponible para lo esencial: la interacción directa con los pacientes.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud de México, en un solo día los médicos del país atienden más de 1.2 millones de consultas externas, 94.000 servicios de urgencias, 16.000 hospitalizaciones, 10.000 cirugías y 4.000 nacimientos. Este nivel de actividad refleja una realidad: el tiempo clínico es uno de los recursos más valiosos del sistema de salud.
La presión de tiempo ha impulsado la adopción de soluciones tecnológicas pensadas para optimizar el trabajo médico. El avance de la inteligencia artificial (IA) en medicina representa una oportunidad concreta para transformar la gestión clínica. Una investigación difundida por IBM resalta que la IA médica aplicada al sector salud ayuda a procesar grandes volúmenes de datos médicos y entregar información relevante en tiempo real, optimizando resultados y mejorando la experiencia tanto para pacientes como para profesionales.

Uno de los desarrollos destacados en la región es Itaca, un asistente médico de IA concebido y creado en América Latina, con base en Ciudad de México. La plataforma permite a los profesionales grabar o dictar una consulta y convertir esa información en notas clínicas estructuradas listas para integrarse a la historia clínica digital del paciente.
Esta automatización de la documentación médica no sustituye al criterio clínico ni modifica la rutina del profesional, sino que libera tiempo valioso para la atención sanitaria.
“La IA, aplicada con responsabilidad, puede liberar al médico de tareas repetitivas y mejorar la precisión de los registros clínicos”, explicó Dr. José Alfredo Puentes López, asesor médico principal de la plataforma. El beneficio más tangible es el tiempo recuperado: hasta dos horas diarias que pueden dedicarse a la atención directa del paciente.

Según voceros y datos de la plataforma, más de 15.000 médicos y académicos probaron el sistema durante su fase beta, logrando hasta 10 horas semanales menos de carga administrativa y una mayor consistencia en las notas clínicas estructuradas, desde SOAP y primeras visitas hasta urgencias y hospitalizaciones, generadas a partir de dictados o grabaciones.
Uno de los aspectos distintivos de Itaca es su capacidad para adaptarse a las particularidades de cada especialidad médica. La plataforma genera registros específicos para áreas como pediatría, Itaca no se limita a generar notas de primera visita o registros SOAP estándar: también produce formatos específicos para escenarios como pediatría, ginecología y obstetricia, cirugía, salud mental, urgencias, hospitalización, medicina interna y atención primaria.
De esta manera, un pediatra puede registrar hitos del desarrollo infantil con el mismo nivel de detalle con que un cirujano documenta un posoperatorio o un psiquiatra estructura la evolución de un tratamiento.

La herramienta permite crear plantillas personalizadas, ajustadas al estilo de cada profesional o a los requerimientos particulares de clínicas y hospitales, lo que facilita que la IA para médicos se adapte a la práctica.
El panorama de los registros electrónicos de salud (EHR) en Latinoamérica es muy distinto al de Estados Unidos, donde la adopción de software médico está mucho más consolidada. Voceros de la empresa señalan que plataformas como Epic Systems Corporation dominan el mercado hospitalario estadounidense, con aproximadamente un 42% de participación, lo que permite una interoperabilidad eficiente y el uso avanzado de analítica e inteligencia artificial en medicina.
En Latinoamérica, en cambio, el mercado de EHR permanece fragmentado, sin un líder regional claro y numerosos centros que aún emplean herramientas previas a la era de la IA médica —desde programas locales hasta archivos PDF o registros en papel—. En este contexto, Itaca enfrenta el doble reto de integrarse a flujos de trabajo heterogéneos y demostrar resultados tangibles desde el primer uso.
La capacidad de integración sin interrumpir la rutina médica diaria resulta fundamental. Una encuesta de Deloitte subraya que el 53% de los consumidores considera que la inteligencia artificial para médicos facilitará la atención de calidad.
El psicólogo César Medina, usuario de Itaca, afirma: “Puedo concentrarme plenamente en mis pacientes con la confianza de que la información clínica queda registrada de forma completa y organizada”.

La evidencia científica respalda el potencial de la inteligencia artificial en salud, aunque insiste en la necesidad de supervisión médica y verificación rigurosa. Un estudio publicado en The Lancet Digital Health advierte sobre la falta de transparencia en la documentación pública de los modelos de IA médica y la urgencia de establecer estándares claros para evaluar su seguridad y desempeño clínico.
Una revisión global sobre la aplicación de IA en sistemas sanitarios de bajos recursos identifica retos compartidos con Latinoamérica, como la infraestructura limitada, los sesgos de datos y la necesidad de supervisión constante.
En respuesta a estos desafíos, Itaca ha integrado la función Deep Research, que permite analizar artículos científicos, comparar guías internacionales y generar resúmenes con citas confiables en minutos. Así, un médico puede consultar recomendaciones clínicas específicas sin invertir horas en búsquedas manuales.
Sin embargo, los especialistas insisten en que el análisis final y la toma de decisiones deben seguir bajo el criterio del médico tratante.





