Isadora Figueroa, la hija menor de Chayanne, acaba de recibir su primera nominación al Latin Grammy como Artista Nueva y la noticia sacudió a la industria de la música latina. Con este reconocimiento, la joven de 22 años se convierte en uno de los talentos emergentes más comentados de la temporada.
«Mi niña bonita me siento orgulloso por tu nominación al Grammy, es algo que se gana con esfuerzo y dedicación y eso es lo que veo en ti todos los días, se hace camino al andar, sigue adelante!», felicitó Chayanne a su hija menor a través de una emotiva historia de Instagram, acompañada por una foto vintage de su pequeña Isadora.
Hasta hace poco, Isadora era vista como “la niña de los ojos” del astro boricua. Hoy, las cámaras la siguen en alfombras rojas y festivales, destacando no solo su talento, sino también su porte adulto y sofisticado. “¡Qué grande está!”, repiten los titulares internacionales al verla conquistar escenarios y galas con un estilo propio y seguridad inusual para alguien que recién debuta en la industria.
Isadora Figueroa y una carrera construida paso a paso
Isadora comenzó a trazar su camino en la música después de graduarse con honores en composición musical en la Escuela de Música Frost de la Universidad de Miami. Su debut oficial fue en diciembre de 2022 con el sencillo HBD, un tema que dio inicio a su proyecto artístico. A partir de allí siguieron otros lanzamientos como Dime Qué Hago, Agüita Con Sal, La Bici y AKIKI, en los que combina pop latino con matices urbanos y una sensibilidad fresca.
En julio de este año, la joven anunció el estreno de Hierba Mala, consolidando una propuesta cada vez más personal. Aunque Chayanne ha optado por no intervenir directamente en la carrera de su hija, sí la acompaña de cerca.
En entrevistas pasadas, el cantante confesó sentirse orgulloso y adelantó que ambos estaban trabajando juntos en las primeras producciones de ella. Hoy, ese respaldo paterno se traduce en logros concretos.
Con esta primera nominación al Latin Grammy, Isadora demuestra que su talento no depende de un apellido famoso: tiene formación, disciplina y carisma para forjar su propio nombre en la música latina. Y mientras su padre celebra en silencio este nuevo capítulo, la joven confirma que la herencia artística de Chayanne sigue viva, pero con un estilo y una voz que ya le pertenecen.
