En su primera visita oficial a Asunción, Javier Milei, fue recibido por su par Santiago Peña y reafirmaron una agenda común basada en la libertad económica, el superávit fiscal y la integración regional. Ambos mandatarios destacaron el potencial de Argentina y Paraguay para convertirse en referentes de crecimiento y estabilidad en Sudamérica.
Este miércoles 9 de abril, el presidente de la República, Santiago Peña recibió a Javier Milei en el Palacio de Gobierno, en ocasión de la primera visita oficial que realizó el mandatario argentino a la capital paraguaya, desde que asumió al frente de la Casa Rosada.
Los mandatarios aprovecharon la reunión para reafirmar lazos políticos, comerciales y de integración cultural. En la oportunidad, Santiago Peña resaltó la gestión y políticas económicas de su colega, afirmando que “el futuro positivo de la República Argentina significa un futuro positivo para el Paraguay”.
El presidente argentino, Javier Milei destacó por su parte, que en las últimas décadas Paraguay aplicó diligentemente las ideas de la libertad económica y como resultado, superó la inflación y no paró de crecer desde hace más de 20 años, atrayendo a inversionistas de todo el mundo. “Evidentemente algo están haciendo bien”, afirmó.
Dijo además que, al asumir el cargo en el vecino país, se logró “rescatar a la Argentina de la peor crisis de su historia, evitando la hiperinflación y una catástrofe económica y social sin precedentes”.
Milei aprovechó para destacar que Paraguay y Argentina serán «un ejemplo» para Sudamérica, destacando que comparte con su homólogo paraguayo, diversos valores como la libertad, que consideró “el único camino posible hacia la prosperidad”.
«No tengo dudas que tanto Argentina como Paraguay serán un ejemplo para toda Sudamérica. Hacia dentro, dando la batalla eterna contra el Estado omnipresente y el déficit fiscal, y hacia afuera, a través de la cooperación pacífica y el comercio», expresó el presidente argentino, Javier Milei
En ese mismo contexto, el inquilino de la Casa Rosada dijo que ve con esperanza un futuro “de colaboración” con Paraguay y que comparte con Peña, la convicción de que el camino hacia la prosperidad “no es otro que el de la desregulación y el superávit fiscal», y que, sobre este denominador común, ambos países construyen su relación bilateral.