Javier Milei confirmó este lunes a través de un decreto en el Boletín Oficial al financista Wenceslao Bunge Saravia como su embajador ante España.
Bunge ya se encuentra entonces en plenas facultades para ejercer su misión porque ya pasó por el Senado, tiene el plácet concedido por el gobierno de Pedro Sánchez, y anunció que renunciaba a su doble nacionalidad española como en el pasado hizo el embajador de Cristina Kirchner en Madrid, Carlos Bettini.
La semana pasada, en medio del revuelo por el rechazo al proyecto de Ficha Limpia en el Senado, pasó inadvertido que dicho cuerpo legislativo aprobó la designación de Bunge, como embajador. Obtuvo 53 votos afirmativos y dos votos negativos, luego de que la comisión de Acuerdos para al recinto la primera confirmación.
También fue confirmado Alec Oxenford como embajador ante los Estados Unidos, adonde ya estaba apuntado «en comisión».
Bunge -que hasta septiembre de 2022 ocupó la co presidencia a nivel global de la compañía de bienes raíces e inversiones JLL y trabajó 29 años en el banco Credit Suisse- dio «examen» ante Acuerdos del Senado. También Oxenford. Ambos estuvieron bien defendiendo sin sobresaltos sus planes de gestión.
Este lunes, con firma de Milei y de su canciller, Gerardo Werthein, el Decreto 319/2025 confirmó al ex directivo del Credite Suisse e hijo del ex vocero del empresario Alfredo Yabrán -también llamado Wenceslao Bunge- como embajador ante España. Yabrán, que tuvo una vinculación con los gobiernos de Carlos Menem se suicidó en 1998, en medio de la crisis por el asesinato del periodista José Luis Cabezas en la costa argentina. Pero la familia Bunge no estuvo de ninguna manera vinculada a estos hechos.
«Nómbrase en el MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES, COMERCIO INTERNACIONAL Y CULTO funcionario de la Categoría “A” Embajador Extraordinario y Plenipotenciario al señor Wenceslao BUNGE SARAVIA (D.N.I. N° 20.536.943), de conformidad con lo establecido por el artículo 5° de la Ley del Servicio Exterior de la Nación N° 20.957.», dice la normativa, sin que aclare cómo será la cuestión del pago de viáticos, porque el empresario Bunge vive en Madrid.
Con esta confirmación, también se normalizan a nivel diplomático las muy malas relaciones entre Milei y Pedro Sánchez, que dejaron de insultarse por el momento pero nunca se hablaron por diferencias ideológicas, al igual que Milei con Lula da Silva y otros mandatarios.
Sánchez llegó a apoyar abiertamente al ex ministro Sergio Massa en la campaña electoral argentina, comparando a Milei con una propuesta antidemocrática. El libertario nunca se lo perdonó, le hizo campaña por las elecciones europeas a su amigo Santiago Abascal del ultraderechista partido Vox, y hasta llamó «corrupta» a la esposa del socialista y ello llevó a que Sánchez retirara a su ahora ex embajadora en Argentina.
Al final, Milei y Sánchez bajaron la virulencia y el español envió como embajador a Joaquín María de Arístegui, quien tiene un perfil bajísimo para el que siempre tuvieron los españoles aquí.
El nombramiento de Bunge tenía un problema a último momento. El empresario tiene desde 2023, además de la argentina, la ciudadanía española y en ese país no se acepta que uno de sus nacionales esté representando a otro Estado, porque tendría privilegios especiales equiparables a los del Rey.
La embajada argentina ante España, es una de las más importantes del mundo. Hay seis consulados, además, ya que viven allí más de 400.000 argentinos. En España las secciones consular, económica, deportiva y cultural son las más importantes, porque son las que más actividad tienen y por lo tanto demandan más trabajo.
Con el gobierno de Javier Milei, se nombró como embajador a Roberto Bosch, un diplomático de carrera, desplazado inesperadamente, al llegar Gerardo Werthein al Palacio San Martín, y quien quería allí y en Estados Unidos a un empresario. Al final, los nombramientos los hizo Milei.
D.D.
