La definición de la palabra parkour es una práctica que utiliza distintos tipos de arquitectura urbana para seguir el camino, superando los obstáculos que se anteponen al practicante.
El joven se medirá en una dura competencia.
En la práctica es el arte de volar impulsado por la fuerza de las piernas, evitando obstáculos y saltando hasta la siguiente meta sin temor a las caídas. Joaquín Barbeito también es profesor de educación física y contagia su amor por la actividad a 60 alumnos de su localidad y será parte del próximo Campeonato Panamericano, que se realizará en Panamá.
Aunque a Joaquín Barbeito siempre le apasionó estar en movimiento, y por eso se decidió a estudiar el profesorado de Educación Física, fueron unos videos de YouTube los que despertaron su verdadera vocación como atleta.
Con ellos descubrió el parkour, una disciplina aún poco conocida, que lo tiene a él como el principal referente neuquino para competir a nivel internacional.
Joaquín vive en Villa La Angostura, donde tiene su propia escuela y da clases a niños, adolescentes y adultos que se animan a una práctica poco convencional, que se basa en superar obstáculos con el cuerpo.
Para los que lo observan desde afuera, parece simplemente un juego callejero basado en saltar canteros, barandas o bancos de plaza. Pero, en realidad, el parkour ya fue ganando terreno hasta imponerse en competencias internacionales, como el Panamericano de Panamá, que tendrá al propio Joaquín entre sus competidores.
«Conocí el parkour cuando era pibe, mirando videos en YouTube. Me volaba la cabeza ver cómo se movían esas personas, tan libres y decididas», relató Joaquín a LMNeuquén. «Al principio lo practicaba por mi cuenta, como podía. Pero con los años me fui metiendo más en serio, me formé como entrenador, y hoy es parte de mi día a día», expresó.
Pero, ¿qué es el parkour? Joaquín lo explica así: «El parkour es moverse superando obstáculos con el cuerpo, de forma fluida y eficiente. También tiene una parte más artística, que es el freestyle, donde se suma la creatividad. En los entrenamientos trabajamos fuerza, técnica, coordinación, velocidad y explosividad».
«Lo bueno es que no hay una única forma de entrenar: cada persona puede adaptar el camino a su cuerpo, a su edad y a sus objetivos. En mis clases busco que cada encuentro sea un desafío, pero también un espacio de juego», dijo sobre una disciplina que busca ejercitar el movimiento y medir cuidadosamente el ritmo, la fluidez y la interacción con los obstáculos.
A competir
Aunque comenzó con una disciplina alternativa, el parkour ganó terreno hasta contar con sus propias competencias internacionales, que se disputan en dos categorías, por tiempo y freestyle. «Este año formo parte del Equipo Argentino y voy a competir en el Panamericano en Panamá, representando a la celeste y blanca y a Neuquén», dijo Joaquín.
«Mi preparación es bastante completa: por un lado, me enfoco en velocidad, técnica y fuerza explosiva; y por otro, también trabajo mucho la resistencia anaeróbica», dijo y agregó: «Entreno en Villa La Angostura, en la escuela de parkour que armamos junto al Club Andino (CAVLA), en la pista de atletismo y en Natural Training, el gimnasio donde trabajo. Además, viajo a Buenos Aires para entrenar con otros atletas y estar en contacto con el circuito nacional. Estoy metido al 100% porque quiero llegar en el mejor nivel posible».
Su participación en una competencia panamericana es también una vidriera para respaldar el desarrollo del deporte en Neuquén. A lo largo de su propia trayectoria, Joaquín notó que la gente ya no se sorprende tanto al mencionar la disciplina que practica.
«Cuando arranqué era algo raro, la gente lo veía como algo medio de película. Ahora se acercan familias, adolescentes, incluso adultos que quieren probar», dijo. «Ver cómo se va instalando de a poco como una opción más dentro del deporte es una alegría enorme», agregó.
Si bien la actividad creció, todavía falta mucho para que el parkour se gane un lugar entre otras alternativas de movimiento. «Falta visibilidad, apoyo y estructuras organizativas más sólidas. Hoy muchas escuelas se la bancan solas, con lo que tienen. Pero hemos avanzado», dijo y agregó: «está dentro de la Federación Internacional de Gimnasia, lo cual nos abre puertas a formaciones oficiales, jueces, competencias federadas y un circuito que ayuda a profesionalizar todo».
Lo que parecía sólo un juego callejero se convirtió en una práctica que expande los movimientos y los horizontes de muchos. «Lo más lindo es ver cómo transforma a las personas. Un nene que no se animaba a subirse a una baranda y de repente lo logra, o un adulto que recupera movilidad y confianza en su cuerpo», afirmó.
Una apuesta al futuro
Si bien al parkour todavía le queda mucho camino por andar, el hito de tener a un neuquino en las competencias internacionales puede ser el puntapié para fomentar el desarrollo de la disciplina en la región. «En lo personal, representar a Argentina en una competencia internacional es un sueño cumplido», expresó.
«A futuro quiero seguir compitiendo, crecer como atleta, y también hacer crecer el parkour en el país. Me encantaría que haya más torneos, más espacios de entrenamiento al aire libre y más oportunidades para todos los que quieran practicarlo», detalló.
Y aunque aclaró que todavía hay mucho por construir, «lo importante es que hay gente empujando desde distintos lugares, con muchas ganas. Y mientras eso pase, el parkour va a seguir creciendo».