A 11 años de su reunión tras haber estado separado de 2007 a 2014, el grupo Turf está viviendo y disfrutando una nueva etapa de popularidad masivo, aún mayor y más transgeneracional que en la época de sus primeros hits, allá por 1997.
Los cinco integrantes originales regrabaron muchos de sus éxitos junto a grandes invitados de diferentes estilos musicales, desde el pop, el trap o la cumbia, derribando cualquier prejuicio o barrera.
Joaquín Levinton en vivo en el Gran Rex de Turf. Foto: Martin BonettoEl viernes 15 por la noche presentaron su flamante Polvo de estrellas en el teatro Gran Rex, con localidades agotadas. Y de los diez invitados del disco contaron para el show con la presencia de Lali, Luck Ra, Milo J, Conociendo Rusia y Miranda! Un verdadero lujo y proeza de logística y coordinación.
Los demás (Fito Páez, Vicentico, La Delio Valdez y Yami Safdie) estuvieron presentes en la pantalla de video.
Un formato televisivo
Desde principios de este año, Turf estuvo lanzando canciones a manera de anticipo del álbum completo. En sus redes, el grupo los promocionó con extractos de un supuesto show televisivo llamado Polvo de estrellas, con Levinton como conductor estilo late-night que ingresó por el pasillo entre la gente.
En vivo y seguramente por única vez, repitieron el formato con los sucesivos invitados, que se sentaban en un cohete espacial, mientras la banda vestida con trajes plateados tocaba la cortina. Los primeros fueron Ale Sergi y Juliana Gattas, de Miranda!, que respondieron algunas preguntas antes de hacer una gran versión de Me haces sentir y dar por iniciado el recital.
Joaquín Levinton con Ale Sergi y Juliana Gattas, de Miranda!. Foto: martin bonettoTurf luego hizo Gatitas y ratones y Hablo solo, ya con Joaquín subiendo la escalera que va del escenario al pullman. Apareció Yami Safdie en la pantalla para Malas decisiones, y enseguida llegó Santi Motorizado para ser entrevistado y cantar Casanova junto a una sección de vientos.
Santi Motorizado cantó «Casanova» junto a Turf en el Gran Rex. Foto Martin BonettoPasó Sentimientos (con el guitarrista Lea Lopatín cantando algunos de los versos), Contacto (con Fito Páez en la pantalla) y Kurt Cobain, con el cantante caminando sobre las butacas de la platea.
Joaquín Levinton cantando mientras caminaba por encima de las butacas de la platea del Gran Rex. Foto Martin BonettoEl siguiente invitado fue Mateo Sujatovich, de Conociendo Rusia, que respondió que no, que no conoce Rusia, y cantó Magia blanca y tocó la guitarra. Siguieron los temas Cuál, Voy dejando atrás y Para mí para vos.
Mateo Sujatovich junto a Joaquín Levinton, cuando cantaron «Magia blanca». Foto Martin BonettoEnseguida apareció Lali, a quien Joaquín le preguntó si lo podía coachear para cantar. Hicieron Loco un poco, que ya habían cantado juntos en el primer Vélez de Lali de este año.
Joaquín y Lali, nuevamente juntos en un escenario. Foto Martin BonettoSiempre recorriendo temas de todos sus discos, luego llegó Disconocidos, 4 personalidades (con Vicentico en la pantalla) y Chicas malas, el tema de la exitosa serie de TNT y Flow.
Trap, cuarteto y cumbia
MIlo J fue el siguiente invitado en vivo, a quien el conductor le dijo que «podría ser tu tío piola» y cantaron Pasos al costado. Enseguida engancharon Todo por nada y Día especial, para cerrar la noche con la participación de Luck Ra.
El abrazo de Joaquin Levinton con Milo J, tras hacer «Pasos al costado». Foto Martin BonettoEl cordobés derrochó energía y carisma, dijo que sólo faltaba la Sole para tener en el mismo escenario a todos los coach de La Voz, que son él, Miranda!, Sole y Lali. Aceptó el reto de mostrar cómo se prepara un Fernet con Cola, y cantaron Yo no me quiero casar, y Ud?.
Luck Ra cantó «Yo no me quiero casar, ¿y Ud?» en el show de Turf. Foto Martin BonettoEl último tema fue No se llama amor, en versión cumbia con La Delio Valdez en la pantalla, que culminó con una lluvia de papel picado, tras dos horas de hits y momentos especiales.
Turf en camarines: Nico Ottavianelli, Lea Lopatín, Joaquin Levinton, Carlos «Toddy» Tapia y Fernando Caloia. Foto Martin Bonetto
