«Mi trabajo es mi vida«, confiesa Julieta Ortega en diálogo con revista GENTE. La artista es hija de Palito Ortega y Evangelina Salazar, por lo que su carrera como actriz comenzó desde muy chica. A lo largo de los años trabajó en gran cantidad de proyectos en teatro, televisión y cine. Sin embargo, en el último año sorprendió al sumarse a Sex, viví tu experiencia, espectáculo con el que en unas semanas saldrá de gira alrededor de todo el país.
La carrera de Julieta como actriz comenzó en Argentina, luego de haber estudiado teatro en Actor’s Studio en Los Ángeles. Su primer trabajo fue en 1990, en la telenovela Amándote, con un rol recurrente, y a partir de aquel momento no paró de trabajar.
-¿Siempre soñaste con ser actriz?
-Sí, siempre, desde muy chica, no recuerdo haber querido hacer otra cosa.
-¿Es algo que traés de tus papás, de haber nacido en un mundo muy artístico?
-No lo sé, supongo que sí. Mi mamá, cuando nací, ya no trabajaba como actriz. La influencia más grande que tuve fue mi madrina de bautismo, Ana María Picchio, la mejor amiga de mi mamá. Pero mi mamá y ella habían dejado de verse y yo me reencuentro con Ana María a los siete u ocho años, y ella trabajaba en mi novela favorita de la época, que era Andrea Celeste. A partir de ahí, ella empieza a ser una influencia muy grande en mi vida y en la de mis hermanos. Ella fue la que me llevó a sets de televisión, al teatro, al cine, a sus ensayos, y me hizo conocer a los actores más interesantes de la época.
-Ahí dijiste «quiero estar ahí»…
-Sí, yo ya quería ser actriz, pero ahí me di cuenta que estaba segura de que esos eran los adultos a los que me quería parecer. Tenían esta cualidad de seguir siendo niños de alguna forma, era gente sin edad, sentía yo, eran los adultos con más magia que yo conocía. Hablaban de cosas que me interesaban e iban a conciertos y yo sentía que era gente que seguía jugando. Y de alguna forma termino haciendo algo parecido, porque mi trabajo tiene mucho de lúdico, también de inesperado y de intermitente. Yo siempre termino metiéndome en grupos, no soy una actriz que trabaje sola ni que sueñe sola, para mí todo es el grupo. Y los trabajos que yo recuerdo con más cariño son trabajos en donde eran elencos corales importantes, como El Tiempo No Para o Graduados. Me parece que las historias se cuentan sobre todo en grupo.
-Tus hermanos también están en el mundo artístico.
-Sí, también. Si les preguntás, ellos también nombran a Ana María como una persona que fue de gran influencia.
-¿Cómo es tu relación ahora con tus hermanos? Con algunos trabajaste, ahora estás trabajando con tu hermana Rosario también.
-Con algunos trabajé y seguiré trabajando. Si me preguntás qué me veo haciendo en unos años, la verdad que me veo produciendo y me encantaría que sea en familia. Tengo un proyecto con Rosario y con algunos de los varones también, que está relacionado a lo audiovisual y es un proyecto que yo creo que se puede concretar en un corto plazo. De vuelta, el grupo, yo creo que la unión hace la fuerza y es la única forma de trabajo que conozco.
-Lo mismo en Sex.
-Sí, mi presente en Sex también es grupal, es una tribu, es una troupe de gente. Somos un grupo de gente llevando al público en un viaje, de alguna forma. Desde que yo entré hace un año, el grupo es más o menos el mismo, hay gente que comparte rol, gente que se ha ido, pero la verdad que desde que yo entré, el grupo es el mismo, en su gran mayoría, y seguirá siendo el mismo. Ahora los que nos vamos somos Diego Ramos y yo a hacer gira, pero ellos siguen… Es re lindo trabajar en grupo, a mí me encanta.
La participación de Julieta Ortega en Sex
Luego de un año trabajando en Gorriti Art Center, como protagonista de Sex, viví tu experiencia, surgió la oportunidad de salir de gira, con un elenco reducido.
Es por esto que, a partir del 17 de abril, la artista recorrerá el país junto a Diego Ramos, Gloria Carrá y Nico Riera, con una versión especial de Sex.
-Ahora en la gira van a ser solo cuatro en el elenco…
-Sí, ahora somos un elenco más reducido en la gira, pero el elenco de Gorriti son quince personas, y encontrarme con esas quince personas todas las noches, para mí es una alegría. Y hacer un espectáculo que sea tan coral, porque todos somos piezas importantes para contar algo.
-¿Cómo llegó la propuesta de Sex hace un año?
-Me llamó José, con quien yo había trabajado antes en dos oportunidades, lo conozco de hace muchos años. Lo conozco mucho y siempre trabajar con él fue una alegría. Yo me había ido de Perdidamente, porque tenía ganas de parar, de hacer otras cosas, la verdad que no soy de quedarme en los lugares tanto tiempo. Me llamó el día que yo me había enterado que la obra que estaba haciendo en su momento, La Fuerza del Cariño, terminaba. Pasé un par de horas con mucha incertidumbre, porque el año acababa de empezar, a veces pasa, el teatro es una apuesta siempre…
-¿Cómo fue el llamado?
-Me llama y le tenía que contestar ya, y no lo dudé, le dije sí. Empecé a ir a todas las funciones que pude, empecé a ensayar todo lo que pude, porque nadie podía ensayar conmigo, salvo él un par de veces. Fui y me preparé sola todo lo que pude, y me subí a ese tren que ya venía a toda velocidad.
-¿Tuviste dudas al principio, por los prejuicios, animarte a hacer algo así?
-No, porque yo lo había visto. No me hubiera imaginado nunca haciendo este espectáculo y hubiera tenido dudas si no lo hubiera visto. Pero yo lo había visto como espectadora y me había encantado el espectáculo, sabía que estaba buenísimo. Así que no tuve dudas, supuse que la iba a pasar bien y así fue.
-¿Qué es lo que más te gusta de Sex? ¿Por qué crees que funciona tanto?
-Porque está muy bien hecho. Porque estás en un lugar chico, viendo algo de cerca, un espectáculo que te rodea, te das vuelta y tenés una persona atrás. Pero a la vez no es invasivo, es simplemente una cosa inmersiva, es rarísima. Yo no había visto nunca nada igual. Es un lugar donde no entran más de 170 personas, con mesas, donde podés tomar algo y comer, y tenés actores, bailarines y cantantes hablándote de sexo, cantando, bailándote al lado. A mí me había encantado, es como un espectáculo que te abraza, no te pasa desapercibido.
– Habías dicho que no querías que tus papás fueran a verte a Sex, ¿finalmente fueron?
-A mi papá nunca lo invité, pero mi mamá vino. Me dijo que le había parecido re fuerte, pero que le encantó, que no se lo imaginaba. Casi todo el mundo que vino, que yo conozco, me dijo «no me imaginaba que era esto». La gente tiene un prejuicio de que va a haber una cosa mucho más invasiva y chocante, o creen que van a ver gente hablando de sexo y nada más, y la realidad es que hay gente colgada por el aire, gente haciendo acrobacias, gente bailando bien, gente cantando bien. Me parece que eso es lo que la gente no se imagina, que hay un talento ahí.
-¿Sentís que te abrió la cabeza el trabajo en Sex, en cuanto a la sexualidad y sensualidad?
-No sé… yo al ser actriz, crecí entre gente más desprejuiciada, que si hubiera crecido en otro ámbito, me hubiera dedicado a otra cosa. O sea, yo me rodeo en general de gente bastante libre. Pero sí puso en primer plano algo que tal vez no estaba en primer plano en este momento en mi vida.
-Vos contás en la obra que en tus trabajos tuviste que hacer muchas escenas de sexo a lo largo de tu carrera como actriz…
-Sí, pero una cosa es hacer un trabajo puntual e irte a tu casa, y otra cosa es estar todas las noches, de jueves a domingo, hablando de sexo, y con cuerpos desnudos alrededor. Y escuchando textos que se terminan haciendo carne… Sí, me hizo bien.
-Después de la gira con Sex, ¿la idea es volver a Gorriti o se vienen otros proyectos?
-No lo sé, mi idea inicial sería volver, me voy con mucha pena porque es un lugar que fui feliz y la verdad me hubiera quedado por lo menos medio año más. En paralelo tengo este proyecto con mis hermanos, que no sé cómo se combinaría con mi trabajo. En principio la idea es hacer la gira todo este año, y volver a Gorriti. Pero este año yo lo había imaginado con sex, de gira o acá. Ahora estoy ensayando y haciendo función al mismo tiempo, aparte tengo el podcast, un libro que estamos preparando con las chicas del podcast… El año pasado fue muy bravo de ritmo, porque aparte de dos temporadas del podcast y de Sex, grabé la segunda temporada de En el barro, que se estrena en octubre de este año.
-Claro, no tuviste mucho descanso este año…
-No, no hubo nada, pero a la vez me hizo inmensamente feliz. Estoy muy agradecida en este contexto tan difícil del país, de tener tantos trabajos. Y este año lo mismo, el 17 de abril ya arrancamos con la gira de la obra, a mediados de año empezaré a grabar la cuarta temporada del podcast, y lo otro está ahí también latente.
-¿Cómo te preparás para salir de gira? Porque podés estar todo el año girando…
-Vas y volvés… yo tengo un hijo de 19 años que ya se maneja bastante solo, o sea que mi casa sigo andando con él. Sino sería imposible, y sería imposible hacer Sex también, por lo de que te da vuelta el horario. No me lo imagino con un chico chiquito haciendo Sex. Mi casa seguiría andando, porque ya somos una adulta y una adolescente en la casa, así que está todo bien.
«Las pibas dicen», el podcast de Julieta Ortega con Fernanda Cohen, Ana Paula Dutil y Rosario Ortega
En septiembre de 2023, Julieta Ortega sorprendió con un nuevo proyecto, un podcast junto a Fernanda Cohen, Ana Paula Dutil y Rosario Ortega, llamado Las pibas dicen, que comenzó a salir por Blender. En cada uno de los capítulos de las tres temporadas que salieron hasta el momento, las cuatro figuras conversan sobre diferentes temas, como la maternidad, los cuerpos y los hermanos, entre otras cosas.
-¿Cómo te sentís hablando desde Julieta, fuera de un personaje? ¿Qué ocurrió para que te animes a hablar de cosas más personales?
-Fue porque teníamos un grupo de WhatsApp con mis amigas, en el que hablábamos mucho y en un momento empezamos a darle vueltas a la idea de hacer algo juntas. Rosario era muy consumidora de podcast, yo un poco a través de ella y de una amiga más joven que tengo, que me mostraba distintos podcasts. En general los podcasts que yo conocía eran de dos personas, que era un formato que a mí me encantaba. Pero en un momento empezamos a pensar qué pasaba si nos juntábamos estas cuatro amigas a hablar en primera persona de cosas que nos atravesaban. Por ahí lo interesante de ser cuatro es que los puntos de vista iban a ser muchos, entonces iba a ser raro que no tengas alguien con quien te identifiques, y eso podía ser rico para la persona que lo esté escuchando. Y así fue.
-¿Cómo fue la organización de estas cuatro amigas que se convirtieron en compañeras de trabajo?
-Empezamos a trabajar y nos complementamos muy bien. Rosario es muy trabajadora, Fernanda Cohen es mi amiga desde hace muchos años con la que yo ya había trabajado y me había llevado muy bien trabajando, con quien confío mucho. Y Ana Paula también, es familia mía, como si fuera una hermana. Entre las cuatro hicimos un muy buen equipo y empezamos con Blender que fue un canal de streaming que en ese momento estaba naciendo, todavía estamos ahí. La verdad es que logramos un buen equipo, logramos hacer algo lindo y sobre todo distinto.
-Contaste que se viene la nueva temporada, ¿la están planificando para este año?
-La cuarta temporada, sí. Hacemos temporadas cortas, de seis capítulos, que se graban en diez días toda la temporada. Estamos planeando a mitad de año una temporada nueva. La meteré los días que no esté girando.
-En el podcast hablaste de las inseguridades que tenés con tu cuerpo, ¿tu participación en Sex te ayudó a poder trabajar esas cosas?
-Sí, yo tengo las inseguridades que tenemos la mayoría de las mujeres, pero creo que los hombres también. Y sí, trabajar en Sex me ayudó, porque estoy rodeada de cuerpos que no todos son hegemónicos, de chicas que bailan y disfrutan de su sexualidad, y tal vez no pesan 50 kilos, y las veo cambiarse todas las noches en frente mío con mucha libertad, y las veo salir a bailar. Por ahí la que tiene el cuerpo menos hegemónico es la más bomba y la más segura de sí misma. Me hizo bien ver eso, obviamente.
-¿Te queda algún otro sueño por cumplir en el arte?
-Mirá, no suelo soñar tan grande, sueño a medio corto plazo y posible. Ahora es el proyecto que tengo con Rosario, la zanahoria que tengo. Después no tengo grandes sueños, todo es medio tangible. Mi cabeza siempre está en mi próximo proyecto, es raro que esté quieta. Cuando estoy en Sex tengo la cabeza ahí, en las funciones. Pero, quiero decir, en mi vida cotidiana siempre tengo dos coches en paralelo, llevando adelante en mi cabeza o ya materializados. Entonces mi sueño siempre es eso que está por venir a corto plazo.
-¿En dónde te ves en unos años?
-Me veo en un lugar parecido al que estoy ahora. Me gusta mucho la producción, no sé si me veo siempre arriba del escenario o frente a una cámara. Esto que estamos viendo con Ro tiene más que ver con eso. Casi te diría que me veo más produciendo que actuando.
La situación sentimental de Julieta Ortega
-En un momento dijiste que Iván Noble (el padre de tu hijo Benito) fue tu relación más exitosa, ¿seguís sintiendo eso?
-Bueno, porque tuve un hijo y porque es la relación que más me duró. Pero yo tuve relaciones muy lindas, de las que tengo buenos recuerdos. No funcionaron en el tiempo, pero hubo gente con la que estuve un año y fue una linda relación, y después hubo relaciones que recuerdo más tumultuosas, que tuvieron que ver con la edad de los dos, con el momento. Pero sí hay gente que a la distancia obviamente sigo queriendo y trato de quedarme con lo bueno, no cometer los mismos errores. También éramos personas distintas cuando estábamos juntos y ahora, entonces, no soy muy rencorosa con la gente que pasó por mi vida.
-¿Hay relaciones que no te quedó buen recuerdo?
-Hay muy poca gente con la que estuve que prefiero mantener distancia, incluso a través del tiempo, pero muy poca. Como si te dijera dos en toda la historia de mi relación.
-¿Actualmente estás en pareja?
-No, no, hace mucho que no y estoy bárbara. No busco conocer a alguien, y a la vez cuando aparece lo abrazo. Si me decís hoy, ¿te gustaría estar en pareja? No sé qué decirte, dudo porque no sé ni dónde encontraría el tiempo para tener una relación.
-¿Y te gusta estar sola?
– Nunca le tuve miedo a la soledad, me parece que es un lujo. Siempre fui una persona, desde muy chica, que viajé, viví sola, entonces nunca tuve miedo a quedarme sola. Yo siento que la gente en general, hombres y mujeres, para no estar sola a veces saltamos de una relación a otra para llenar un agujero, que si uno se lo banca está buenísimo. Esto no quiere decir que no es que es bueno estar en pareja, sino que para mí es fundamental poder quedarse en periodos sin pareja y averiguar quién sos. Porque a veces lo que pasa cuando uno pasa de pareja en pareja es que no se da el tiempo para entender quién es, qué le gusta, dónde quiere estar.
-Claro…
-Para mí esos momentos en donde estuve soltera, trabajando y buscando, fueron grandes momentos. Incluso creativamente, mi trabajo requiere de tiempo y de creatividad. Yo tengo ensayos y mi vida se convierte en eso y casi que no hay otra cosa. O estoy en la preproducción de algo, un proyecto nuevo, y estoy todo el día con eso, yo no tengo un trabajo que en algún momento pare, yo llego a casa y no me desconecto. Porque me gusta y porque es mi vida también, mi trabajo es mi vida.
-Si estuvieses en pareja trabajando en Sex, ¿creés que podrías manejar el tema de los celos?
-No sé, hay compañeros que están en pareja hace mucho tiempo, como Diego Ramos, después hay otros que no están en pareja. Yo creo que sí, hay parejas que han venido a ver a sus respectivos novios y novias, hay gente que está suelta y conoce gente ahí, hay gente como yo con poco tiempo para nada. No sé si lo hubiera podido manejar porque no estoy en pareja, pero lo que sí sé es que no podría estar con nadie en este momento que fuera demasiado celoso.
