Hoy se han cumplido dos años de las últimas elecciones municipales. En el caso de Barcelona, las ganó Xavier Trias, pero la alcaldía la consiguió Jaume Collboni con el apoyo de Barcelona en Comú y el PP. Pese a ello y en el ecuador del mandato, Junts ha querido conmemorar el espíritu de esa victoria y encarar los dos años que quedan hasta las próximas elecciones municipales con un objetivo: reeditar aquel triunfo en las urnas con una mayoría más amplia “para dejar atrás diez años aciagos”.
En el marco de una gira que JxCat está desarrollando por todas las comarcas de Catalunya, el grupo municipal de Barcelona ha querido explicar en un acto en el auditorio de la ESCI-UPF –ante unas 300 personas– su alternativa al gobierno de Jaume Collboni, aunque aún no cuenta con un candidato. Eso sí, han intervenido dos de los concejales que pueden optar a ello, Jordi Martí y Josep Rius, que han cargado contra el “pacto de la vergüenza” que alzó al socialista a la alcaldía y han criticado a su cartapacio por su gestión “insuficiente, gris y con falta de liderazgo y ambición”.
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El presidente del grupo de Junts Barcelona, Jordi Martí, ha lamentado la “obsesión por los tripartitos” de Collboni y ha manifestado que “es lo peor que le puede pasar a Barcelona”. A juicio del concejal, la ciudad se encuentra “en crisis” porque el ejecutivo municipal “no tiene proyecto”. Según Martí, el PSC “solo tiene un programa electoral, pero no de gobierno”. Con la reciente remodelación del cartapacio, el líder del grupo posconvergente en Barcelona cree que “se abrió una crisis política” y que ha sido “un mal recambio”.
Por otro lado, Jordi Martí ha hecho reproches al modelo de ciudad que proyecta el gobierno socialista y lo contrapuso a la propuesta de Junts: “Queremos que Barcelona acompañe a todo el país, no imponernos al país como algunos pretenden. Queremos que sirva al país de manera solidaria y que no invisibilice al resto del país como algunos quieren hacer”. En esta línea, Martí ha prometido “mantener el legado” de Xavier Trias, que representaba en su opinión una Barcelona “que dice basta al no a todo, la del cambio y la recuperación de la ilusión y la autoestima”.
Por su parte, el concejal Josep Rius ha afirmado que la gestión “gris” del gobierno local es “normal” porque con 10 ediles es “imposible” que funcione bien. El también vicepresidente de JxCat ha sostenido que los ejecutivos liderados por Ada Colau y Jaume Collboni “se han dedicado a hablar tanto de Barcelona que se han olvidado de los barceloneses”. Por ello, ha lamentado que no se ponga la ciudad “al servicio de su gente y del país” y que esté “subordinada a los gobiernos socialistas”.
Rius ha situado como dos principales retos para Barcelona el demográfico –con “tres patas”, que son la inmigración, la juventud y la gente mayor– y la vivienda, punto en el que ha asegurado que la gestión de los últimos años ha hecho que “nos hayan quitado el derecho a decidir si podemos hacer nuestro proyecto de vida aquí o no”.
También ha intervenido la portavoz del grupo de Junts, Neus Munté, que ha criticado que la clase media es “invisible” para el equipo de gobierno: “Se ha empequeñecido y empobrecido. No hay progreso para Barcelona si no progresa su clase media”.
Ha cerrado el acto el secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull. Desde su punto de vista, el “epicentro del problema de la vivienda” está en Barcelona debido a los liderazgos de Colau y Collboni: “Cuando quien gobierna la ciudad le cae más bien un okupa que un propietario, tenemos un problema”. En este sentido, ha defendido la defensa “compatible” de los derechos a la vivienda y a la propiedad, puesto que “confrontarlos es el fracaso de ambos”.