
Carlos Márquez
Barcelona
Junts votará este jueves en contra de la aprobación inicial de los presupuestos del 2026. También dirá no a la propuesta de ordenanzas fiscales. Son unas cuentas, ha compartido este miércoles el líder del grupo municipal, Jordi Martí, que no responden “a los problemas de inseguridad y acceso a la vivienda que denuncian los ciudadanos de Barcelona en las encuestas”.
El concejal neoconvergente ha aprovechado la ocasión para volver a cerrar la puerta a una hipotética negociación de la modificación de la reserva del 30% de vivienda pública en nuevas construcciones y grandes rehabilitaciones. “Sectores empresariales afectados por la medida –ha sostenido Martí– tuvieron noticias del alcalde sobre la posibilidad real de alcanzar un acuerdo, pero se han sentido engañados”. “En el 2012, en tiempos del alcalde Xavier Trias, ya echamos a los trileros de las calles; ahora están en los despachos del Ayuntamiento”, ha aseverado.
Martí anuncia el voto contrario de su grupo municipal tanto a las cuentas como a las ordenanzas fiscales del año que viene
Sobre los presupuestos que se discutirán la tarde del jueves, Martí ha asegudado que son “más de lo mismo, sin un proyecto nuevo ni ambición real” y ha censurado la “falta absoluta de voluntad negociadora” por parte del gobierno del PSC. “Cuando se trata de acordar la alcaldía, entonces sí ponen su mejor perfil”, ha dicho, en referencia a los votos del PP que facilitaron la investidura de Collboni en junio del 2023, después de que Trias ganara las elecciones municipales y se encontrara en el mismo Saló de Cent con un pacto de los socialistas, BComú y los populares para arrebatarle la alcaldía.
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Carlos Márquez Daniel

Mientras la distancia entre el PSC y Junts es sideral, este miércoles ha cristalizado el tercer acuerdo presupuestario entre el gobierno de Collboni y Esquerra. El partido liderado por Elisenda Alamany presentó el martes sus condiciones para dar su sí a las cuentas del 2026. Pues bien, un día después, haciendo bueno el dicho de que querer es poder, ambos partidos estrecharon sus manos para alcanzar los 15 votos favorables, que quedan algo lejos de la mayoría de 21 pero son cinco más de los 10 de que disponen los socialistas. Lo más probable, si BComú no da un volantazo que no se espera, es que el presupuesto se apruebe con una cuestión de confianza, cosa que, ni que sea por señorío, tendrá en cuenta el acuerdo alcanzado con ERC.
Entre las demandas aceptadas está el mantenimiento de las bonificaciones al transporte público, la ampliación del Bicing (mil unidades eléctricas más y 35 nuevas estaciones), incrementar la partida en vivienda y rehabilitación en un 30% y destinar 15 millones al ámbito del Besòs. Y otra cosa: empezar a recuperar el Tramvia Blau.