Barcelona
Junts y Barcelona en Comú han formalizado hoy una nueva y efímera ‘joint venture’ política para asestar el enésimo testarazo al gobierno municipal de Jaume Collboni. Sea porque los primeros perdieron la alcaldía que durante ocho años ostentó Ada Colau o porque los segundos ganaron las elecciones pero Xavier Trias no pudo levantar el cetro, ambos partidos, antagónicos en lo esencial, han unido fuerzas para reclamar un pleno extraordinario en el que el alcalde haga balance de la primera mitad de su mandato.
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Los dos grupos municipales se han puesto de acuerdo para presentar de manera conjunta la petición de este pleno cuya celebración, de hecho, ya se aprobó el pasado viernes, cuando ambos partidos pactaron una proposición, que fue aprobada, que forzaba al gobierno del PSC a convocar un Consejo Municipal en un plazo de 72 horas. Al no haber movido ficha el gobierno, la oposición ha hecho los deberes. No en vano se trata de una ocasión de oro para, una vez más, vapulear al alcalde y recordarle que comanda la ciudad con 10 de 41 concejales.
Jordi Martí afea al alcalde su “fragilidad y minoría”, y Janet Sanz le acusa de incumplir todos sus compromisos”
El presidente del grupo municipal de Junts per Barcelona, Jordi Martí, ha lamentado a través de un comunicado “la fragilidad y minoría” con que se mueve Collboni, al que afea su “incapacidad de alcanzar acuerdos”. “Cada problema lo convierte en un anuncio; cara reto, en una nota de prensa, cada necesidad ciudadana, en una oportunidad para una fotografía”, ha resumido. Su homóloga de Barcelona en Comú, Janet Sanz, considera que el regidor socialista “ha incumplido todos los compromisos que le permitieron conseguir la alcaldía y no dispone de un solo proyecto que sea identitario de su gobierno”.
El reglamento municipal estipula que la convocatoria de un pleno extraordinario puede ser una iniciativa del alcalde o surgir de la petición de “una cuarta parte del número legal de miembros de la corporación”. Junts y BComú suman 20 asientos de un total de 41, así que pueden dar por hecho un hecho un pleno que será más agitado de lo habitual. Y será pronto: la celebración del pleno extraordinario no puede retrasarse más de 15 días hábiles desde el día de la solicitud.