A menos de un mes de las elecciones legislativas nacionales, llegó el gesto político que el peronismo esperaba: el Gobernador bonaerense Axel Kicillof visitó a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en su domicilio, San José 1111. Asi, la reunión marca un nuevo capítulo en la relación entre ambos, tras meses de fricciones, principalmente, por los criterios distintos en torno al desdoblamiento electoral de la Provincia.
Pero es cierto que la relación entre la expresidenta y el mandatario no solo venía empantanada por la pulseada en torno a las fechas electorales, sino también por las tensiones más o menos públicas que el Gobernador mantiene con Máximo Kirchner, y por su indefinición en la interna partidaria: lo que sucedió fue que Kicillof no respaldó a Cristina, aunque tampoco a Ricardo Quintela, en la disputa por la conducción del PJ, lo que dejó heridas abiertas en el peronismo.
Así las cosas, las acusaciones cruzadas comenzaron a bajar de tono cuando la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, les pidió a la expresidenta y al Gobernador que estuvieran presentes en un nuevo aniversario de la organización. “Mi deseo está cumplido, que esté él y Cristina para mí es el mejor regalo”, expuso. “Es una foto que vale para mí y vale para la Argentina”, agregó.
Bajó la espuma
Incluso, Kicillof felicitó a Cristina Fernández de Kirchner luego de que la Junta Electoral del Partido Justicialista resolviera proclamar la lista ‘Primero la Patria’ como ganadora de las elecciones internas que iban a realizarse el 17 de noviembre, Día de la Militancia peronista. “Felicito a Cristina Fernández de Kirchner y a todos los compañeros y compañeras de la lista de Primero la Patria por este nuevo desafío al frente del Partido Justicialista (PJ)”, expresó.
Pero la expresidenta también le puso un freno a la escalada interna cuando se conocieron los resultados provisorios de las elecciones legislativas: felicitó a “todos los candidatos de Fuerza Patria, a quienes fiscalizaron durante la jornada, a los intendentes e intendentas, a Axel, a Juan (Grabois), a Sergio (Massa), y a Máximo (Kirchner)”. “Este es un triunfo que me llena de orgullo y de una inmensa responsabilidad por esta Patria que tanto amamos”, auguró.
De ese modo, el encuentro marca un intento de descompresión en la principal fuerza política opositora y abre un nuevo capítulo en la compleja convivencia entre La Cámpora y el sector más ligado a Kicillof.