«Me siento particularmente orgullosa de ser la primera mujer que presidirá el Comité Olímpico Internacional (COI) y la primera africana que ocupará este cargo», afirmó la ex nadadora zimbabuense Kirsty Coventry, electa hoy en primera vuelta como sucesora del alemán Thomas Bach al frente de esa entidad.
«Hoy se ha roto un techo de cristal», comentó al respecto la elegida, de 41 años y ministra de Deportes de su país, que contaba con el respaldo de Bach y se impuso a los restantes seis candidatos en la elección celebrada durante la Asamblea del COI que se desarrolló en Costa Navarino, Grecia.
«Es un momento extraordinario y espero que este voto sirva de inspiración para muchas personas», aseguró la bicampeona olímpica en los 200 metros estilo espalda en los Juegos de Atenas 2004 y de Pekín 2008 y ganadora de otras cuatro medallas de plata y un bronce, al agradecer el respaldo recibido.
«Estoy plenamente consciente de mis responsabilidades en esta nueva función», completó en diálogo con la BBC la flamante presidenta, que además es la más joven en haber alcanzado ese cargo, tras una elección en la que se superó de inmediato el «quorum» necesario de 49 avales.
Nacida en Harare, Zimbabwe, Coventry se destacó a temprana edad y disputó cinco ediciones de los Juegos Olímpicos, el último de ellos en Río 2016, en la que no logró subirse al podio como también le sucedió la anterior que se celebró en Londres en 2012, aunque en ambas fue la abanderada de la delegación de su país.
Su primera participación olímpica fue en Atenas en 2004, en el mismo país en el que hoy fue consagrada como la nueva presidenta del COI, cuando ganó en aquella ocasión el oro en los 200 metros espalda y la plata en la misma disciplina, además de un bronce en los 200 metros mixtos.
Cuatro años después, en Pekín, Coventry se confirmó en los 200 metros espaldas, logró la medalla de plata en los 100 metros y le sumó otras dos del mismo metal en los 200 metros y en los 400 metros mixtos.
Una cosecha que la convierte en una celebridad en su país, que a lo largo de la historia conquistó ocho medallas olímpicas, siete de ellas aportadas por la nadadora que tras su retiro paso a integrar la Comisión de atletas del COI, pasó a presidirla en 2018, e inició su camino en la arena política.
Así llegó a ser ministra de Deportes de Zimbabwe e impulsó la natación en su país, apelando también a la academia de ese deporte que lleva su nombre y que le abrió las puertas a cientos de niños y niñas, no sólo con el objetivo de convertirlos en grandes campeones, sino para enseñarles a nadar y reducir la alarmante cantidad de víctimas por ahogamiento durante las inundaciones, una de las principales causas de muerte entre los jóvenes africanos.
Coventry, además, es una firme luchadora contra otro flagelo que azota al deporte y a la sociedad en general: el doping, razón por la cual se sumó al Consejo y al Comité de Atletas de la Agencia Mundial Antidoping (WADA), que desarrolla programas de instrucción tendientes a la toma de consciencia sobre las consecuencias que acarrea el uso de sustancias prohibidas para la salud.
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