Por Rebecca Santana Y Christopher Sherman – The Associated Press
Guatemala y Honduras firmaron acuerdos con Estados Unidos para ofrecer refugio a personas de otros países que, de otro modo, solicitarían asilo en Estados Unidos, anunció este jueves la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, al término de su viaje por Centroamérica.
Los acuerdos aparentemente amplían los esfuerzos de la Administración Trump para dotar al Gobierno estadounidense de flexibilidad a la hora de devolver a los migrantes no solo a sus propios países, sino también a países de los que no son originarios, en un intento por acelerar las deportaciones.
Noem los describió como una forma de ofrecer a los solicitantes de asilo otras opciones además de venir a Estados Unidos. Dijo que los acuerdos fueron negociados durante meses, con el Gobierno estadounidense presionando a Honduras y Guatemala para que los firmaran.
“Honduras y, a partir de hoy [jueves], Guatemala, serán países que acogerán a esas personas y les concederán también el estatus de refugiados”, afirmó Noem. “Nunca hemos creído que Estados Unidos deba ser la única opción, que la garantía para un refugiado sea ir a algún lugar donde esté seguro y protegido de cualquier amenaza a la que se enfrente en su país. No tiene por qué ser necesariamente Estados Unidos”.
Ambos gobiernos negaron haber firmado acuerdos de tercer país seguro cuando se les preguntó tras los comentarios de Noem.
La oficina de comunicación presidencial de Guatemala afirmó que el Gobierno no firmó ningún acuerdo de tercer país seguro ni ningún acuerdo relacionado con la inmigración durante la visita de Noem.
Reafirmaron que Guatemala acogería a los centroamericanos enviados por Estados Unidos como un destino temporal mientras regresan a sus países.
Noem había dicho este jueves que “políticamente, este es un acuerdo difícil de cumplir para sus gobiernos”.
Ambos países tienen recursos limitados y muchas necesidades, lo que hace que el apoyo a los solicitantes de asilo de otros países sea más difícil de vender a nivel interno. También está la imagen de dos gobiernos de centroizquierda que parecen ayudar a la Administración Trump a limitar el acceso al asilo en Estados Unidos.
Noem dijo que durante su reunión en Guatemala le entregaron el acuerdo ya firmado. Más tarde se celebró una ceremonia pública de firma de un memorando de entendimiento, que establece un Programa Conjunto de Seguridad que permitirá a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos estar presentes en el aeropuerto internacional de la capital guatemalteca, para ayudar a formar a los agentes locales en la detección de sospechosos de terrorismo.
El director de Inmigración de Honduras, Wilson Paz, negó que se hubiera firmado tal acuerdo y su Ministerio de Relaciones Exteriores no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Durante el primer mandato del presidente, Donald Trump, Estados Unidos firmó acuerdos similares, denominados “acuerdos de tercer país seguro”, con Honduras, El Salvador y Guatemala. Estos acuerdos permitían a Estados Unidos declarar a algunos solicitantes de asilo no aptos para solicitar protección estadounidense y enviarlos a países considerados “seguros”.
Estados Unidos tiene un acuerdo de este tipo con Canadá desde 2002.
El reto real era que los tres países centroamericanos estaban viendo cómo un gran número de sus propios ciudadanos se dirigían a Estados Unidos para escapar de la violencia y la falta de oportunidades económicas. Además, sus sistemas de asilo contaban con recursos extremadamente escasos.
En febrero, el secretario de, Marco Rubio, firmó acuerdos con El Salvador y Guatemala que permitían a Estados Unidos enviar allí a migrantes de otros países. Pero en el caso de Guatemala, solo se trataba de un punto de tránsito para los migrantes, que luego regresarían a sus países de origen, sin solicitar asilo en esa nación. En El Salvador, el acuerdo era más amplio, ya que permitía a Estados Unidos enviar al país a migrantes para ser encarcelados.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró el martes que México no firmaría un tercer acuerdo de país seguro, pero al mismo tiempo México ha aceptado a más de 5,000 migrantes de otros países deportados de Estados Unidos desde que Trump asumió el cargo. Dijo que México los aceptó por razones humanitarias y los ayudó a regresar a sus países de origen.
